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Foto del escritorDaniel Rodríguez Castillo

Situación de emergencia: prevención necesaria

La intervención ante la pandemia pasa por tres fases en la que los ciudadanos han de involucrarse

Entrada de urgencias de un Hospital
Objetivo: no saturar las urgencias como en los peores momentos de la pandemia

Llevamos más de año y medio inmersos en una crisis sanitaria. En ese contexto, a nivel preventivo, se han ido estableciendo medidas en las tres fases de la intervención: “antes”, “durante” y “después”, partiendo del Estado de Alarma decretado por el gobierno para contener la expansión del virus, así como de las numerosas restricciones acordadas que han ido cambiando en función de las necesidades surgidas y de la evolución de la mencionada crisis.


El pasado 26 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró la aparición de una nueva mutación del coronavirus, la Ómicron, una “variante de preocupación”. Se reportó por primera vez desde Sudáfrica, y conlleva un mayor riesgo de reinfección, sin tener datos claros sobre su impacto en la vida real.


De momento, da la impresión de que, a pesar de su alta transmisibilidad, los efectos no son tan graves como la variante delta.


España está registrando un creciente número de casos de la Ómicron. La gran incertidumbre actual que genera nos obliga a tomarnos en serio las medidas preventivas.


Las fases de la prevención que no debiéramos olvidar


Se ha demostrado, tal y como hemos especificado, que para frenar al virus se necesita de la implicación y colaboración de todos y todas. No solo a nivel laboral, en especial en las profesiones consideradas esenciales para la continuidad de la sociedad (docentes, sanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, etc...), sino también a nivel individual, acatando las normas establecidas y teniendo la necesaria responsabilidad.


Podemos hablar de dos aspectos preventivos individuales fundamentales, y que tenemos que interiorizar socialmente:

  • La distancia de seguridad con respecto a los demás (2 metros)

  • El uso de mascarilla, sobre todo en interiores.

Si además, procuramos no tocarnos la cara sin habernos lavado previamente las manos, contribuiremos, de modo considerable, a minimizar las posibilidades de contagio.


A continuación especifico las que considero son las fases por las que pasamos durante la pandemia; si cliqueáis en las pestañas os aclaro las medidas en cada una:

Fase de "Antes"

Fase "Durante"

Fase "Después"

En la primera fase, deberá seguir usándose la mascarilla como herramienta preventiva más eficaz, qué duda cabe a estas alturas. Por otro lado, el aforo de los establecimientos ha de limitarse y por supuesto, ha de vacunarse al mayor número de personas, pues ha demostrado ser la barrera más sólida frente al virus.


En la fase de “durante”, en caso de haber contraído el virus, está el confinamiento domiciliario, por ejemplo, para evitar su propagación.


En la última fase, “después”, seguimos con el cumplimiento de las medidas, extrayendo conclusiones, experiencia, etc., para mejorar y lograr doblegar al virus. Nos serviría también para futuras pandemias, porque no os quepa duda que antes o después vendrá otra.


Queda claro paralelamente que los servicios de emergencias tienen un papel primordial para la consecución de los objetivos propuestos, que no es otro que velar por la salud y la seguridad de las personas.

 

El autor, Daniel Rodríguez Castillo, es responsable del Grupo Operativo de Apoyo y Prevención (G.O.A.P.), de la Policía Local de Los Barrios (Cádiz); Máster en fenomenología terrorista y prevención epidemiológica por la Universidad de Granada. Máster en Protección Civil y Gestión de Emergencias (Universidad de Valencia). Colaborador de la Red SAFE WORLD

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