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Foto del escritorAdolfo Estévez

El Partido Comunista Chino bajo la lupa

Actualizado: 14 abr 2023

A China se lo compran todo menos su régimen político que ha sabido callar la disidencia y controlar a empresarios díscolos

Billete chino de 1950 en el que se ve a Mao Tse-Tung y Stalin dándose la mano
Pekín siempre ha tenido excelentes relaciones con Moscú

La superpotencia asiática ha intensificado sus relaciones diplomáticas con otras dictaduras como la rusa, la iraní o la bielorrusa. Es como si prepararan lo que ya se vislumbra en el horizonte: la Segunda Guerra Fría.


China exporta su particular forma de Gobierno

Aumenta el turismo en China

Con el aparente inal de la pandemia de COVID, las medidas restrictivas se abandonan en China, permitiendo la llegada de turistas a los que "vender" las excelencias del País.


Sin embargo, la guerra en Ucrania pone en tela de juicio las verdaderas intenciones del Gobierno chino acerca de su apertura al Mundo.


Alexander Lukashenko, jefe de Gobierno en Bielorrusia, que lleva casi treinta años en el poder, ha mostrado públicamente su apoyo a la propuesta china de paz en Ucrania que pasa por respetar la soberanía territorial establecida en la actualidad. Eso significa que el Gobierno ucraniano debiera renunciar a la Península de Crimea. Por otro lado, se crearía un “Estado tapón” en el Donbás que en la práctica estaría gobernado por un títere de Putin.


Zelenski le ha pedido al líder chino, Xi Jinping, que si desea la paz se reúna con él igual que lo hace con Putin, pero de momento no hay contestación por parte de China.


Desde Washington, ya se ha sancionado a China por permitir que una empresa de satélites proporcionara imágenes de Ucrania a los mercenarios del grupo ruso paramilitar Wagner.


Una empresa china suministra piezas al programa iraní de drones militares

Entre Rusia, China, Bielorrusia, Venezuela e Irán (Estados dictatoriales todos ellos) se firman tratados de cooperación conjunta en asuntos políticos, económicos y tecnológicos.


Pareciera Putin el guía de este grupo de Países pero es Xi Jinping, lider del partido comunista de China y presidente del País, el más poderoso de todos los líderes autócratas del Mundo.


Los opositores le acusan de ser una especie de "padrino" mafioso que favorece a una élite de mandatarios y persigue a quiénes se les oponen.


La amenaza china: Taiwán en el punto de mira

Panorámica de Taipei
Taipei, capital de Taiwán

Joe Biden critica al régimen chino por su apoyo a Rusia y otros enemigos tradiciones de los Estados Unidos, pero el mundo entero sigue comprando todo lo que llega desde el gigante asiático.


Productos baratos que hacen una competencia feroz a los artículos nacionales de cualquier País, dando igual las políticas proteccionistas porque se siguen importando.


Incluso son las mismas empresas occidentales las que fabrican sus productos en China, para reducir costes. Si lo hacen todas las democracias del Mundo, más aún las dictaduras aliadas de China, como Bielorrusia, donde se construyó un gigantesco parque industrial ya que se halla en mitad de la nueva Ruta de la Seda promovida por el Gobierno chino.


Hasta las vacunas contra la COVID que se inocularon a los bielorrusos provenían de China.


Para frenar la creciente influencia china en el Mundo, EEUU no cesa de llamar la atención sobre el peligro que proviene de Pekín. Según el director de la CIA, William Burns, el régimen chino se está preparando para invadir Taiwán, lo cual sucedería - según sus analistas - en la segunda mitad de la presente década.


Taiwán ha caído en la trampa y renueva su fuerza aérea comprando a los Estados Unidos decenas de cazas de combate F-16 y todo tipo de armas.


El Gobierno taiwanés denuncia que sufre continuos ataques cibernéticos procedentes de China y una agresiva desinformación para que sus aliados pierdan la confianza en Taiwán y le retiren su apoyo. También para que la propia población vea al Gobierno de Taiwán como asfixiante y acaben rebelándose (táctica de desestabilización interna).


De momento, los ciudadanos taiwaneses desean mantenerse independientes con respecto a China como denotan las encuestas de opinión, creyendo la mayoría que es cuestión de tiempo que Pekín ordene un ataque.


Desde hace un par de años se han intensificado las maniobras navales en torno a la isla lo que Taiwán considera una vulneración de su soberanía. Es por ello que se está potenciando la producción de submarinos para contrarrestar el poder marítimo chino.


La débil disidencia en China

Panorámica de Hong Kong
Ni siquiera Hong Kong escapa al control estatal chino

Dentro de China no faltan las voces disidentes que año tras año aumentan, lo que era impensable antes de la pandemia.


La sociedad china se ha sentido asfixiada con la política “Cero-COVID” del Gobierno comunista. De hecho, ante las numerosas manifestaciones por todo el País en las que participaban no solo estudiantes, también ciudadanos acomodados, el Gobierno se replanteó la situación y acabó abriendo las fronteras. No se conocía un éxito así de los ciudadanos ante el régimen opresor chino desde su instauración en los años 40.


La ciudad de Hong Kong es un área administrativa con Gobierno autónomo con respecto a la China continental, también con normas fiscales distintas.


Se acepta la criptomoneda, la cual está prohibida en el resto del país. Pero tampoco se permite la disidencia política. De hecho se detuvo a 47 miembros de una plataforma que pretendía impulsar elecciones democráticas en la ciudad, lo que el Gobierno chino ha impedido.


Cientos de miles de personas acudieron a las elecciones en Hong Kong, anuladas por el Gobierno, aplicando la Ley de Seguridad Nacional.


El caso de Hong Kong, acostumbrado a ser una ciudad de estilo de vida occidental (cuando era una Colonia británica), es diferente al resto del País.


En casi toda China, la ciudadanía - en general - está "contenta" con el sistema de vida que les ha proporcionado el partido comunista chino. Es tal la bonanza económica de la que disfruta la mayoría, en comparación a lo que tenían antes, que aceptan el control estatal a cambio de estabilidad, la cual ha permitido la aparición de clases medias que antes no existían.


Pero se nota el aumento del movimiento de protesta. Desde hace años, los trabajadores se quejan de los despidos y plataformas civiles por la contaminación medioambiental.


En el siglo pasado era impensable que se vieran pancartas contra el régimen como se ven últimamente. Sin embargo, aún hay miedo a la represión por lo que queda mucho por conseguir.


Tengamos en cuenta que el comunismo chino es muy particular puesto que permite el libre mercado, con empresarios multimillonarios. También con personas de clase media que cuentan con patrimonio que es defendido por el Estado (en un régimen puramente comunista no hay propiedades particulares como sí las hay en China).


El partido comunista chino, que gobierna el País desde hace décadas, les dice a los ciudadanos: os damos oportunidades para que os promocionéis, os ofrecemos una enseñanza de calidad, que podáis tener vuestra propia empresa en cualquier sector mercantil y vuestra vivienda protegida (y otras comodidades) a cambio de que no os metáis en política; eso nos lo dejáis a nosotros.


La mayoría de ciudadanos chinos ha aceptado el mantenimiento del régimen si, en efecto, les sigue garantizando prosperidad. Los comunistas han difundido entre los ciudadanos una imagen de la democracia como sistema corrupto, donde todos quieren mandar y debido a ello se aplazan las decisiones importantes, lo que ralentiza el avance de un País.


Pero sí que hay disidencia en China y crece año tras año, ya que los sueldos son bajos y las jornadas laborales siguen siendo abusivas. Las viviendas sufren deterioros debido a la mala calidad de los materiales con las que son construidas.


¿Qué ha hecho el partido comunista? Permitir las protestas siempre y cuando no carguen contra el régimen, el cual es sagrado. Es por lo que ha surgido la figura del mediador del partido en las cuestiones sociales en las que más protestas se registran. Intercede, sí, pero también informa a las autoridades de quiénes son los cabecillas, para apartarlos sutilmente.


Las represiones policiales y judiciales se han suavizado. Para ello, se han reforzado los servicios de Inteligencia interior que proporcionan información de los dirigentes de los movimientos de protesta para buscar el modo de debilitarles ante sus seguidores. Ha sido el modo en que se ha impedido que se organicen los reaccionarios evitando la formación de grupos disidentes fuertes.


En el momento en que el partido comunista está presente en todas las cuestiones sociales, laborales y económicas, se traslada a la población que no es necesario asociarse ni sindicarse ya que el Estado se anticipa a la aparición de problemas (gracias a ese trabajo previo de “inteligencia”).


Grandes empresas vs partido comunista chino

Panorámica de Shanghái
Shanghái es la sede de las principales empresas chinas

Los tiempos actuales afectan a los mismos sectores en todo el Mundo, principalmente el manufacturero y, en los últimos meses, también el inmobiliario. Da lugar a un incremento del desempleo, sobre todo entre los jóvenes (sucede también en España).


China no está exenta de los problemas propios del capitalismo que también este gigante ha adoptado, aunque a su manera. Las jubilaciones están en riesgo puesto que se pasó de un sistema de pensiones sufragado por el Estado en su totalidad, a ser compartido con los trabajadores, a través de sus cotizaciones. Pero si aumenta el desempleo, ese sistema, como está sucediendo en Europa y el resto del Mundo, se tambalea.


Con respecto a las empresas, están supervisadas por las autoridades del Partido Comunista para que sirvan a los intereses del Estado. Se permite la creación de grandes emporios, como sucede en los países capitalistas, pero con la excusa de impedir el monopolio, lo cual va en perjuicio del consumidor, implantan normas que, en el caso de China, se han convertido en una herramienta coercitiva.


Alegan que lo hacen para repartir la riqueza evitando así la desigualdad, pero lo cierto es que vigilan qué empresarios no contribuyen al sostenimiento del entramado de mandatarios del Partido, para "llamarles al orden", como hace Putin en Rusia. En este último país los comunistas son pasado pero en la práctica, una dictadura ha sido cambiada por otra. En cambio, en China, continúa vigente el Partido Comunista que ha sabido mantenerse en el poder, intentando adaptarse a los tiempos actuales.


Algunos empresarios se han resistido, "crecidos" al ver cómo las compañías que fundaban o dirigían crecían de forma desproporcionada pensando que tenían poder para contestar al Gobierno. Pero éste les ha puesto en su sitio enseguida.


Pasó con Jack Ma, el dueño de “Ali Baba”, el Amazon chino. Su nuevo presidente, Daniel Zhang, para evitar problemas, ha invertido 15.500 millones de dólares en proyectos públicos bajo la "supervisión" estatal.


Lo mismo ha hecho su principal competidor, Tencent, que ha invertido igualmente en proyectos públicos de desarrollo 7.750 millones de dólares.


Teóricamente, dichos proyectos giran en torno al fomento del empleo juvenil y en beneficio de las clases medias, para evitar que haya pobreza. De hecho, se ha propiciado que los ciudadanos sean propietarios de sus viviendas (tan solo hay un 10% que viven de alquiler) y que en la mayoría de hogares haya un vehículo al menos, además de tener cubiertas sus necesidades dietéticas.


El Gobierno chino ha creado nuevos impuestos a las grandes empresas además de presionarles para que donen parte de sus ganancias al erario público en forma de inversiones en obras sociales.


Si la empresa en cuestión se niega, porque crea que no todo va a la ciudadanía (denuncias por corrupción), se procede al aislamiento de sus directivos e incluso medidas más contundentes como impedirles salir a Bolsa (o bloquearles de algún modo).


Si el CEO de una gran compañía multinacional es condenado al ostracismo, no permitiéndole marcharse y llevarse consigo la empresa a otro lugar, no le queda otra que denunciar su situación si es un País libre o tragar y aceptar las condiciones que se le impongan si es un Estado autocrático, como China.


A la empresa Alibaba le impusieron una sanción de 2.460 millones de dólares (por monopolizar el sector del comercio online), lo que suponía un nada desdeñable 4% de todos sus ingresos en China. Como se cambió al presidente y el nuevo decidió aceptar lo que el Gobierno impusiera, se le ha permitido seguir en Bolsa e incluso sus acciones subieron más del 3%. De lo contrario, la empresa corría riesgo de desaparecer. De hecho, su fundador, el defenestrado Jack Ma, perdió miles de millones de dólares de su fortuna personal, valorada en más de 60.000 millones, por su enfrentamiento con el Gobierno chino.


Al impedirse que la filial financiera de Alibaba saliera a Bolsa, la multinacional perdió unos 30.000 millones de dólares que había previsto ganar con la venta de acciones.


La historia de desencuentros entre Jack Ma y el Partido Comunista chino se inició tras criticar el primero a los líderes políticos chinos calificándolos de “club de viejos” que llevaban el País con normas anacrónicas.


Otro multimillonario chino, Guo Wengui, a diferencia de Jack Ma, pudo escapar del régimen chino y exiliarse en los Estados Unidos, allá por 2014. Era dueño de la empresa inversora Ace Decade que compró acciones de la compañía China Haitong Securities. Un año después de su huida de China dichas acciones se desvalorizaron tanto que Wengui perdió más de 500 millones de dólares.


Guo Wengui declaró a los medios que enfrentarse al Gobierno chino sale mal pues o acabas en prisión o muerto si no huyes del País.


Las detenciones de empresarios que se muestran contrarios a la élite comunista china se suceden. Se les acusa de cualquier infracción y se resuelve con ello su rebeldía, ya que la mayoría vuelven al redil.


Recientemente ha desaparecido Bao Fan, un banquero hecho a sí mismo que denunció la existencia de una dinastía de privilegiados en China formada por los altos mandatarios del partido comunista y sus hijos, a los que llamaba “principitos”.


Bao Fan es el fundador de China Renaissance, que mediaba entre creadores de apps e inversores que les facilitaban el dinero para que salieran al mercado, llevándose Bao Fan a cambio una participación de dichas empresas tecnológicas. Posteriormente daría el paso hacia el sector de las inversiones y gestión de capitales.


Debido a que se había posicionado contra el Gobierno de Pekín, por lo que planeaba marcharse a Singapur, los problemas con las autoridades chinas se incrementaron.


Esta situación de incertidumbre que anida en los empresarios chinos está siendo aprovechada por los Estados Unidos, difundiendo la imagen de País represor, buscando la desconfianza de inversores extranjeros. Además, les acusan de abastecer de armas a Rusia o de disponerse para ello.


Para la Casa Blanca, China ha creado un frente común con los rusos para combatir a la sociedad libre que lidera los Estados Unidos desde hace décadas.


En este contexto, el Gabinete Biden rechaza la propuesta de paz de China por considerarla hipócrita e interesada y porque consideran que Ucrania no tiene por qué renunciar a Crimea.

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