Es el País, después de Italia, donde tienen mayor presencia
La Cosa Nostra y la Stidda, ambas de Sicilia, la Camorra de Nápoles, la Ndrangheta de Calabria y la Sacra Corona Unitá de Apulia; son las cinco mafias italianas y todas ellas tienen presencia en la Península Ibérica.
Desde los años 80 no han parado de aumentar sus redes en España.
Aprovechando que el principal objetivo de los Cuerpos de Seguridad españoles era la organización terrorista ETA, se pudieron expandir fácilmente.
Aún así, procuran no llamar la atención demasiado, y menos después de que ETA fuera derrotada, momento en el que las Fuerzas de Seguridad se vuelcan en el crimen organizado.
La Camorra
El boom turístico de los primeros años del siglo XXI y la burbuja inmobiliaria les vinieron de perlas a los camorristas pues invirtieron una gran cantidad de dinero en el litoral español.
En el archipiélago canario, un abogado de la familia Polverino sería detenido acusado de lavar dinero procedente de actividades ilícitas (en torno a 50 millones de euros al año, que se averiguara por la investigación policial ya que pudo ser más).
En las Islas Canarias, la actividad camorrista continuó hasta nuestros días. En 2021, una operación conjunta entre las Policías española e italiana desmanteló una banda que blanqueaba dinero para la Camorra.
La Camorra (y las otras mafias) envían a fugitivos de la ley en Italia hacia España para controlar sus negocios
El clan Polverino formaba parte de la Familia Nuvoletta, los más poderosos en los 90, hasta que se independizaron formando su propio Clan, después del desmantelamiento del clan Nuvoletta por la Policía italiana.
Los Polverino, tras una guerra con otros clanes, consiguen hacerse con el tráfico de hachís en Nápoles, para lo cual establecieron una base en España en 2007. La droga que se importaba de Marruecos pasaba por España, más próxima que Italia a la zona de producción.
Hicieron numerosas inversiones en la costa mediterránea española (llegaron a poseer 136 inmuebles) por orden de Giuseppe Polverino, (a) "O Barone", para lo que utilizaron a múltiples testaferros.
Fruto de la colaboración entre la Guardia Civil y los Carabinieri fue la detención de 43 personas del Clan que operaba en España extorsionando y montando una red de casas de apuestas y salones recreativos, mediante los que lavaban el dinero que ganaban con el narcotráfico.
Los clanes camorristas se dividen en unidades inferiores llamadas "paranze" (en plural) y los Polverino establecieron tres en España: una paranza (en singular) en Tarragona, otra en Alicante y una tercera en la Costa del Sol.
El problema comenzó en 2009 cuando el jefe de la paranza en Tarragona, Domenico Verde, es detenido. Tanto Verde como el lugarteniente de los Polverino, D'Aria, tenían sendas esposas brasileñas y ambos con un hijo cada uno. Vivían con sus respectivas familias en chalés que en realidad eran propiedad de O Barone quién cobraba una especie de alquiler a sus subordinados por su disfrute.
Solo en la Provincia de Tarragona contaban con 25 chalés y otros 111 repartidos por distintos puntos de España que irían adquiriendo a lo largo de su estancia en el País; servían como zulos de armas o refugio de los capos.
Al ser detenido Domenico Verde, trasladan la base principal del Clan desde Tarragona a la Provincia de Alicante, donde se asientan definitivamente en 2011. Utilizan a ciudadanos españoles para que sean quiénes figuran como arrendatarios de las viviendas en las que residen, para no llamar así la atención de los Cuerpos de Seguridad.
Sería en la Provincia de Málaga donde montarían su tinglado de lavado de dinero más sofisticado, contando incluso con un confidente en la entidad bancaria que les avisaba si la Policía o Guardia Civil hacía alguna consulta investigando las cuentas.
O Barone sería interceptado en la Provincia de Cádiz donde fue detenido en 2012, siendo extraditado a Italia. El negocio quedó en manos de su hija y el amante de ésta, Massimiliano d'Aria (detenido en 2013 por la Guardia Civil).
Posteriormente, una macrooperación policial en la que participó también la Guardia Civil en Cataluña junto a los Mossos d'Esquadra, colaborando también Italia, España y Alemania, supuso la detención de 14 personas en España de los que tan solo una es nacionalizada española: diez son italianos y el resto hispanoamericanos.
Los registros se efectuaron en la Provincia de Barcelona y se incautaron bienes por valor de cinco millones de euros. Se trataba de otra trama de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. La operación fue coordinada, a escala europea, por EUROPOL a través del Equipo Conjunto de Investigación de la Unidad de Cooperación Judicial de la U. E.
La droga la introducían los cárteles mexicanos y colombianos. El beneficio obtenido pasaba por una red de la Camorra extendida entre Italia, España y Alemania que lo lavaba aparentando ser ingresos generados por restaurantes (alguno bien conocido en Barcelona y frecuentado por ricos y famosos) y concesionarios de vehículos o joyerías.
Actualmente, y junto con la Ndranghetta de Calabria, la Camorra napolitana distribuyen por Europa la cocaína que el Clan del Golfo y el de los Pachenca les proporcionan, desde Colombia. Llega escondida en contenedores como si se tratara de importaciones de café o fruta cuando no está insertada en la propia estructura del contenedor.
La Ndranghetta
Si la Camorra controlaba el negocio del hachís, hace años, actualmente es otra mafia la que se está llevando el "pastel" del narcotráfico.
La Ndranghetta es la organización criminal que destaca entre las mafias italianas. Se han hecho con las principales redes del tráfico de cocaína procedente de América hacia Europa. Se calcula que sus ingresos anuales superan los 3.500 millones de euros.
Mantienen importantes vínculos con el Cártel de Sinaloa, de México, pero la mayoría de expertos italianos consultados opinan que la Ndrangueta no se fía de negociar solo con un cártel por lo que operan con varios.
Es en España donde se cierran los negocios de envío y distribución de droga por Europa entre los cárteles mexicanos y las mafias italianas. Lo demuestra el hecho de que es el País en el que más detenciones se han efectuado, fuera de Italia.
En 2018, la Guardia Civil detuvo a Denis Sarro, enlace por entonces entre la Ndranghetta y los clanes del narcotráfico en el sur de España, principalmente los Castaña, que son los más destacados en el tráfico de hachís.
En la casa en la que fue interceptado Sarro, también se detuvo a Samuel Crespo, relacionado con los Castaña.
Fue el narco que se llevaron de un hospital gaditano los de su banda (a pesar de la custodia policial), cuando se disponían a curarle las heridas por un tiroteo en el que fue detenido.
En agosto de 2021 la Policía Nacional detuvo al histórico jefe de la mafia calabresa Domenico Paviglianiti, quién había sido puesto en libertad, en Italia, tras cumplir una condena de veinte años, pero volvió a las andadas.
Marchó a su adorada España, donde ya fue detenido en 1999, y donde le han vuelto a coger.
A mediados de marzo de 2022 se detuvo en Málaga al hijo de un jefe de la Ndranghetta que transportaba 56 kilogramos de hachís en una autocaravana. Y en el mes de enero pasado, un miembro destacado de la Sacra Corona Unitá fue también detenido en Barcelona.
La Sacra Corona Unitá
La Sacra Corona Unita o SCU también opera en España, sobre todo relacionada con los contrabandistas gallegos (como el resto de mafias italianas) porque son los que introducen la cocaína colombiana.
Los italianos se desplazan desde su territorio natural en la Región de Apulia, con epicentro en Bari, su capital, aunque su control es más efectivo en torno a Salento. Desde estas localidades italianas dirigen un emporio criminal de gran envergadura que, como las otras mafias, también cuenta con bases en España; no en vano, llaman al litoral mediterráneo español la "Costa Nostra".
Los de la SCU se llevan mejor con la mafia albanesa que con sus compatriotas, ya que la Apulia está muy próxima al Estado albanés. Desde allí les llegan sus característicos fusiles AK-47. Es por esa intenta relación con criminales albaneses que se mueven más en el Mar Adriático que en las costas españolas pero está constatada su presencia en España.
En 2019, la Policia española detuvo, en las Islas Canarias, a uno de los responsables de la red española de la SCU. En el mes de enero de 2021 la Policía Nacional detuvo a otro integrante de dicha organización, huído de la Justicia italiana; aparte del detenido en Barcelona, ya comentado, en 2022.
La Cosa Nostra
La clásica imagen de mafiosos reunidos en un restaurante de comida italiana se corresponde con la Cosa Nostra, que es, para decirlo de modo que nos entendamos, la mafia original, en la que se inspiraron las demás.
La Cosa Nostra o mafia siciliana está muy dividida en la actualidad, sin un jefe único que se conozca. Su rama norteamericana es la que tiene más éxito y sigue siendo muy respetada por el resto de organizaciones criminales.
En cambio, en Italia, es la Ndranguetta la que ha relevado a la Cosa Nostra en su tradicional liderazgo.
Sabedor el FBI de la eficacia de la Guardia Civil en su lucha contra el crimen organizado, contó con su Unidad Central Operativa. En Nueva York, agentes de la UCO participaron en la detención de Carmelo García Babarro, (a) Don Carmine, vasco de 65 años de edad y relacionado con la poderosa familia Bonanno.
Los Bonanno son una de las cinco grandes familias de la Cosa Nostra en el nordeste de los Estados Unidos, siendo Nueva York la base de todas ellas. Sin embargo, en la operación coordinada por el FBI serían miembros de otra familia, los Lucchese, los que engrosarían el número de detenidos.
Al español Babarro se le permitía negociar con otras organizaciones criminales porque él era un "asociado", no miembro del clan; pero esa distinción es la más alta a la que puede aspirar un extranjero en la Cosa Nostra.
El dispositivo se llamó "Operación Brooklyn" y participaron también la DEA, el Departamento de Seguridad Nacional, la Policía Metropolitana de Nueva York y el Cuerpo de Policía de Nueva Jersey.
Lo que Barbarro hacía era facilitar los negocios de narcotráfico entre las familias mafiosas y España. Los movimientos de Barbarro en España eran seguidos de cerca por la Guardia Civil, logrando los agentes dejar constancia del contacto entre el mafioso español y Tindaro Corso, (a) Tino, un "caporegime" de la familia Lucchese (los caporegimes son los que dirigen las facciones en las que se dividen las familias mafiosas).
Finalmente serían detenidos el "Boss" (el gran jefe), "Underboss" (principal lugarteniente) y el "Consigliere" de la familia Luchese, así como varios "asociados" de las familias Bonanno y Genevese, uno de los cuales es el español Babarro.
La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York reconoció la profesionalidad y pericia de la Guardia Civil que facilitaron la detención del conocido como "Carmine, el español".
Babarro residía en Nueva Jersey con su familia, teniendo la nacionalidad estadounidense y haciéndose llamar Carmine por su semejanza con su nombre español, Carmelo. A pesar de residir en los Estados Unidos Carmelo renovaba periódicamente su carné de identidad español.
Ideó un envío de cocaína desde Argentina a España ocultado en cajas de vino. Se desplazaría en el verano de 2016 a España, concretamente a la Provincia de Alicante, pero la Guardia Civil seguía sus pasos, avisada por el FBI, y constató que no hizo nada irregular o ilícito. Disfrutó de la playa con su familia y visitó a varios familiares, durante una semana.
Sin embargo, en la primavera de 2017 regresó a España siendo cuando contacta con Tindaro Corso, el caporegime de los Lucchese, que llegaba desde Sicilia. Estuvieron varios días en el mismo Hotel, pero tampoco haciendo nada ilegal, aunque el hecho de contactar con el importante capo de los Lucchese fue suficiente para el FBI, que continuaría con la investigación en torno a este vínculo ya en EEUU.
Al final, la Operación Brooklyn consiguió descabezar a los Lucchese, deteniendo al jefe, Matty Madonna, de 81 años de edad, un verdadero histórico de la Mafia en Estados Unidos, al igual que su principal lugarteniente, Steven Crea, de 70 años y el consigliere, Joseph Dinapoli, de 80 años. Junto a ellos fueron arrestados sus cuatro caporegimes: Steven Crea Jr, Dominic Truscello, John Castelucci y Tindaro Corso, éste último el individuo que se reunió con Carmelo García en España.
Varios "soldados" de la familia serian detenidos también. De los asociados, aparte del español, caerían también dos asociados de otra de las cinco familias: los Genevese.
La Stidda
En el mes de enero de 2022 fue detenido en Madrid un capo de la Stidda, Gioacchino Gammino, que estaba huído de la Justicia italiana desde hacía veinte años, cuando fue condenado a cadena perpetua.
Ya en 1998 había sido detenido en Barcelona y conducido a Italia donde entró en prisión de la que se fugó tras cuatro años. En España vivía con la identidad de Vincenzo Mormmino, casado y con una hija.
La Stidda es una variante de la mafia siciliana que se disgregó de la misma y opera actualmente separada de ella, principalmente en las provincias italianas de Agrigento, Caltanissetta, Enna y Ragusa. Pero, al igual que la matriz, cuenta con múltiples negocios fuera de Italia.
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