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Foto del escritorAdolfo Estévez

La trama del 11-M (Primera Parte): ¿qué falló?

Actualizado: 10 may

20 años después del peor atentado cometido en Europa, el delito prescribe, por lo que desentrañamos el entramado en torno a la tragedia

Interior de la estación de Atocha
Estación de Atocha donde explotaron tres bombas el 11-M

El Parlamento español llevó a cabo una investigación, de modo paralelo a la judicial, sobre el conocido comúnmente como 11-M: la jornada en la que se produjeron los peores atentados terroristas en suelo europeo, el 11 de marzo de 2004. Las dos investigaciones concluyeron en 2007 con el macrojuicio que no terminó de aclarar las dudas y sombras que aún hoy persisten.


En esta primera entrega sobre la trama que planificó y perpetró la masacre expondremos los antecedentes que propiciaron aquel trágico suceso. Nos remontaremos tiempo atrás para intentar entender cómo se pudo llegar a esa situación.


Índice


¿Hubo falta de prevención frente a la amenaza yihadista?

Patrulla militar por la calle
En toda Europa se reforzaron las medidas contraterroristas tras el 11-M

Los atentados cometidos en marzo de 2004, en Madrid, fueron tan impactantes que la Unión Europea decretó como Día Europeo del Recuerdo para las Víctimas del Terrorismo el once de marzo.


Trascendió después de aquella trágica jornada que unos meses antes del 11-M, el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) de España informó al Ministerio del Interior sobre la radicalización de Allekema Lamari, uno de los supuestos cerebros y autores materiales de los atentados. Por lo visto, le seguían desde hacía un par de años tras salir de prisión, pero desde Interior no consideran la amenaza como relevante. Se supo porque el propio director del Servicio de Inteligencia lo comunicó con posterioridad al presidente del Gobierno en una misiva que ha trascendido a la opinión pública.


Entended una cosa, los Servicios de Inteligencia todo lo hacen de modo reservado, por pura lógica. Ni siquiera los Cuerpos de Seguridad conocen sus movimientos, de hecho, uno de los aspectos de la lucha contraterrorista que quedaría claro a raiz de los atentados es la descoordinación manifiesta entre instituciones de Seguridad e Información.


Prácticamente no había comunicación entre las entidades que componen la Comunidad de Inteligencia en España: CNI además de los Servicios de Información de los Cuerpos de Seguridad del Estado y la Inteligencia militar. Por lo tanto, podía darse el caso de que investigaran los mismos objetivos sin saberlo.


El Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista se creó después del 11-M para evitar duplicidades entre Cuerpos de Seguridad

Evidentemente, no puede vigilarse a todo el mundo que levante un mínimo de sospechas porque ningún país, por avanzado que sea, tiene medios humanos y técnicos para ello, así que se filtran aquellos objetivos que sean más llamativos o cuyos movimientos – o actitud – resulten más extraños. Pero también aquí se peca de confianza porque los terroristas, como cualquier criminal que se precie, intenta comportarse de modo que no llame en exceso la atención, pudiendo ser tu vecino y no enterarte de nada.


¿No habéis visto nunca a esas personas que dicen en las noticias eso de que tal o cual vecino detenido por terrorismo no daba señales de ser violento? "Nunca nos dio problemas", o "era alguien normal y amable" o mi preferida: "siempre saludaba". De eso se trata, de no parecer un criminal para no llamar la atención.


Así que no puede culparse a las Fuerzas de Seguridad españolas de falta de prevención o previsión porque su eficaz labor contraterrorista está sobradamente demostrada. Dedican a sus investigaciones muchas horas y días de trabajo durante semanas y meses, en ocasiones sin apenas descansar (porque el crimen no lo hace).


El problema está cuando hay jefes cuyos ascensos dependen de los políticos que ocupen cargos con autoridad, queriendo quedar mejor que los que hacen lo mismo que ellos pero en otros Cuerpos. Es cuando no se comparte la información para ganar puntos ante dicha autoridad con respecto a sus colegas, lo que sucede en todo tipo de trabajos, también en el ámbito de la seguridad pública. Y ocurre en todos los Países. Se soluciona dejando claras las competencias o ámbitos territoriales de cada entidad o agencia.


Hoy en día, en España, el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) intenta coordinar las operaciones que lleven a cabo todos los Servicios de Información y Policía Judicial para que no se pisen unos a otros. Incluso realizan simulacros conjuntos para que se acostumbren a trabajar de modo coordinado frente a las amenazas inminentes que exijan una respuesta inmediata.


En los Estados Unidos son tantas las agencias de Seguridad e Inteligencia que no comparten datos importantes, para ser los que se lleven el premio final, que los atentados del 11-S revelarían una preocupante descoordinación.


¿Por qué el CNI investigaba el entorno yihadista en territorio español? ¿No es acaso tarea de los Servicios de Información policiales?


Las labores del CNI incluyen no solo la investigación de amenazas exteriores para la seguridad nacional sino también interiores, como, por ejemplo, el independentismo radical en Cataluña o el País Vasco. También el terrorismo yihadista, la delincuencia organizada y, por supuesto, la contrainteligencia o detección de agentes de otros países que realicen trabajos en España sin previa comunicación. Es lo que se conoce en el argot de los espías como HOIS (Servicio de Inteligencia Hostil, por sus siglas en inglés).


Todos los años, el Gobierno español aprueba la Directiva de Inteligencia que establece los objetivos del CNI.


Agentes sobre el terreno trabajan desde bases desplegadas por todo el País en pisos u oficinas cuyas ubicaciones son materia reservada, como establece la ley que regula el funcionamiento de “La Casa” (así es conocido comúnmente el Servicio de Inteligencia español).


Aparte cuentan con personal en todas las embajadas y consulados, al igual que el resto de países del Mundo.


El yihadismo es primordial en el espectro de asuntos dispares de los que se ocupa el CNI como lo era también allá por 2003, un año antes del 11-M. De hecho, en la memoria de “La Casa” queda el recuerdo de siete de sus agentes que fueron asesinados en Irak el 29 de noviembre de 2003.



Atentados en Casablanca: comienza la trama del 11-M

Imagen panorámica de Casablanca
Casablanca (Marruecos)

En 2003 se produjo una serie de atentados en la ciudad marroquí de Casablanca que no supo verse como una advertencia hacia España.


Uno de los locales atacados fue la Casa de España, muriendo 23 personas, por lo que el CNI se puso en alerta analizando las informaciones que le llegaban del exterior.


Ese año 2003, el Gobierno español tomó una polémica decisión: apoyar a los Estados Unidos y Gran Bretaña en la invasión de Irak.


George Bush, Tony Blair y José María Aznar se dejan ver juntos escenificando la buena sintonía entre los tres gobiernos, alcanzando el de España una influencia en la política internacional que hacía décadas que no tenía. En este contexto se produce el encuentro de los tres mandatarios en las Islas Azores.


Al-Qaeda lanza sus amenazas hacia los tres países aliados y todos sus socios por la invasión de Irak. Es cuando se produce el atentado contra la Casa de España en Casablanca.


Se acusó al GIA (Grupo Islámico Armado) de llevar a cabo el ataque a los intereses de España en Marruecos, pero ¿quiénes eran estos individuos?

Enseña del FIS de Argelia
Enseña del Frente Islámico de Salvación del que se escindió el GIA

El GIA es un grupo fundado en 1991, escindido del FIS (Frente Islámico de Salvación), formado por voluntarios argelinos regresados a su país procedentes de Afganistán de combatir a los soviéticos. Habían luchado junto a los talibanes y Al-Qaeda, dirigida por entonces por Ben Laden. De los afganos y Ben Laden adquirieron los argelinos su ideario yihadista. Tendrían ocasión de aplicarlo en su propio país al combatir al Gobierno argelino cuando prohibió el FIS.


El GIA se dividió permaneciendo una rama como la original y otra disidente que cambiaría su nombre por el Grupo Salafista de Predicación y Combate, más conocido por sus siglas GSPC. Lo lideraba Hassan Hattab, que tenía 35 años cuando se produjo el atentado contra la Casa de España.


Hattab era un militar, paracaidista para más señas, pero se marchó del ejército en 1989 uniéndose al GIA tres años después, dirigiendo el contingente del grupo en la Cabilia, una región en el norte de Argelia que siempre ha dado problemas al Gobierno del País, incluso en la actualidad. Hoy en día, una organización separatista conocida como “Movimiento por la Autodeterminación de la Cabilia” (MAK porque en Argelia es Kabilia, con “K”) es considerada terrorista por el Gobierno de Argel, pero no por la INTERPOL.


La Cabilia, o Kabilia, está poblada por 12 millones de personas (de los 40 millones de argelinos) denunciando los separatistas que se ha impuesto la ley marcial en la región cometiéndose todo tipo de abusos y atrocidades por parte de las autoridades.


A finales de los años 90, Hassan Hattab dirigen el GIA en la Cabilia, creando el nuevo grupo, el GSPC que acabaría relegando a la organización matriz.


No parece que Hattab fuera quién ideara el atentado contra la Casa de España porque el año que se cometió no solo fue relevado por Nabil Saharaoui sino que, en 2005, decide acogerse al proceso de reconciliación nacional que el presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, puso en marcha para pacificar el norte de Argelia y todo el País. De hecho, en 2007, el propio Hattab se entregó a las autoridades.


Hattab se convirtió en un aliado del Ministerio del Interior argelino concienciando a los miembros del GSPC para que abandonaran las armas, consiguiéndolo solo en parte.


En 2005 se juzgó en España al que se consideraba líder de Al-Qaeda en la Península Ibérica: Abu Dahdah. Pero remontémonos a lo sucedió aquel 16 de mayo de 2003, cuando se producen los atentados en Casablanca, porque (al igual que en Madrid, al año siguiente) fueron varios realmente, cinco para más señas.

Foto de la Casa de España en Casablanca
Casa de España en Casablanca

La Casa de España fue el primer objetivo: tres terroristas suicidas asesinan al portero y estallan dos bombas con metralla y TATP (triperóxido de triacetona), un explosivo casero conocido como “Madre de Satán”, una mezcla de acetona, agua oxigenada y un ácido.


Como los ingredientes se pueden adquirir por separado fácilmente, solía ser la sustancia explosiva más frecuente con la que los yihadistas hacían sus bombas.


Era de noche y había decenas de personas cenando y jugando en el bingo del local por lo que murieron 23 personas además de los suicidas.


De las víctimas mortales solo tres eran de nacionalidad española porque se trataba de un local frecuentado por marroquíes, pero los terroristas también atacaron otros objetivos.


Un hotel propiedad de una firma saudí donde se celebraba un seminario sobre contraterrorismo y el Consulado de Bélgica sufrirían sendos atentados. El número total de muertes ascendió a 45 personas con más de un centenar de heridos, siendo abatidos doce de los catorce yihadistas.


Las autoridades belgas, tras su propia investigación, creyeron que el objetivo era afectar a los intereses judíos porque fueron atacados dos objetivos israelíes: un local educativo de la Alianza Israelita Universal y el cementerio judío.


Osama Bin Laden no amenazó de forma explícita a España hasta octubre de 2003, cinco meses después de los ataques en Casablanca.


Cuando la célula de Abu Dahdah fue desmantelada en noviembre de 2001, un miembro de su red, Amer Azizi, de origen marroquí pero casado con una española, que se marchó a Pakistán, volvería a la carga junto con otros colegas. Son los que se cree que prepararon los atentados del 11-M.


Azizi murió abatido por un dron estadounidense en 2005 en Pakistán, pero la investigación en Casablanca señaló a un misterioso grupo que nadie conocía hasta ese momento: el GICM (Grupo Islámico Combatiente Marroquí). Se dijo que sus miembros habían combatido en Afganistán, regresando a Marruecos, donde prepararon el ataque contra la Casa de España en protesta por la alianza con EEUU y el Reino Unido, que lideraban la invasión de Afganistán.


Un presunto miembro del GICM, Said Mansour, fue extraditado por las autoridades danesas a Marruecos en 2019, de donde es originario, siendo juzgado en su país al año siguiente, sabiéndose que acogió en su casa de Dinamarca a Dahdah en 1997. Ya sabéis, el dirigente de la red de Al Qaeda en España.


Por entonces no existía el ISIS siendo la principal amenaza la procedente de la red terrorista Al-Qaeda. Los espías españoles realizaban seguimientos de cuantos islamistas radicales conocían en suelo español. Es en este contexto cuando se fijan en el argelino Alekema Lamari, que después resultó ser uno de los miembros de la célula que se inmoló en la localidad madrileña de Leganés, cuando les acorraló la Policía.

Foto del terrorista Allekema Lamari
Allekema Lamari

Costó mucho identificar a los componentes del comando yihadista del 11-M pulverizados en Leganés ya que los explosivos les habían dejado tan destrozados que los forenses necesitarían varias semanas para completar la tarea.


Finalmente, resolvieron que uno de ellos era, en efecto, Allekema Lamari, de 38 años cuando murió.


Lamari dijo ser peón agrícola cuando regularizó su documentación española, en 1996, encontrándose en el país desde seis años antes. Su pasaporte era argelino, pero se le incautó documentación falsa.


Sería detenido en 1997 por la Policía acusado de formar parte del GIA. Entre este delito y otros de los que se le acusó Lamari debiera haber estado en la cárcel cuando se produjo el 11-M pero, por error, un juez le puso en libertad antes.


En 2002, Lamari había cumplido la mitad de su pena por pertenencia a banda armada, (por lo que le cayeron diez años) pero no se tuvo en cuenta los otros delitos que pesaban sobre él, siendo puesto en libertad. Así que el CNI le investigó constatando su peligrosidad ya en noviembre de 2003.


¿Por qué ese odio? ¿De dónde salió tanta inquina? Analicemos la doctrina que seguían los perpetradores de los atentados en Casablanca y Madrid, y otros muchos lugares. Os presento a los Hermanos Musulmanes.



Hermanos Musulmanes: la teoría de la Yihad

Emblema de la cofradía Hermanos Musulmanes

Desde 1993, los atentados perpetrados por el GIA se sucedían continuamente, contando con un medio de propaganda denominado “Al Ansar” cuyos principales redactores se hallaban fuera de Argelia. Uno de ellos estuvo en España: Mustafa Setmariam Nasar, (a) Abu Musab Al-Suri. Lo de “al-suri” es porque era sirio.


Tenía 43 años cuando se produjo el 11-S pero para entonces ya no vivía en España, aunque se casó con una mujer española con la que tuvo cuatro hijos.


El año que se produce el 11-M, Setmarian publicó su conocida guía entre los yihadistas con el título «Llamada a la resistencia islámica internacional» en la que señalaba a Europa como principal objetivo.


Consideraba que la comunidad islámica residente en el continente europeo, que hace veinte años era de más de veinte millones de personas (hoy en día, en la Unión Europea, la cifra supera los 25 millones) era una cantera excepcional para captar simpatizantes para la Yihad. Se basaba en que les cuesta integrarse porque la sociedad occidental se lo pone difícil por lo que muchos están descontentos.


Mustafa Setmarian propuso reclutar a muyahidines en suelo europeo

Se evitaba así desplazarles desde otros continentes con el riesgo que implicaba de que fueran detectados al no formar parte de la comunidad ya asentada en el País en el que se planificara llevar a cabo un atentado.


Setmarian decía inspirarse en la doctrina de la cofradía islamista “Hermanos Musulmanes”, cuya influencia en la comunidad islámica es de gran magnitud.


Para algunos Estados, Hermanos Musulmanes son una organización terrorista pero para otros no. Egipto estuvo gobernado por ellos con el presidente Mohamed Mursi quién dirigió la hermandad. Pero, tras un golpe de Estado, el actual Gobierno egipcio derrocó a Mursi y prohibió que Hermanos Musulmanes continuaran predicando su mensaje en el País.


El general Abdelfatah al Sisi, que fue ministro de Defensa con Mursi, lideró el levantamiento militar en 2013 convirtiéndose en presidente de la República Árabe de Egipto (lleva más de una década en el poder a sus 67 años). La Hermandad Musulmana le acusa de gobernar de forma dictatorial y a su vez los partidarios del presidente alegan que libraron a Egipto del fundamentalismo islamista.


Los atentados cometidos por el ISIS en ciudades egipcias fueron relacionados por el Gobierno de Al Sisi como respaldados por Hermanos Musulmanes, pero no había pruebas al respecto de ese vínculo.

Imagen de Hasan Al-Banna
Hasan Al-Banna

Los Hermanos Musulmanes se constituyeron en 1928 siendo su fundador Hasan al-Banna que llamaba al regreso a los orígenes del más puro Islam. Consideraba que los egipcios se estaban alejando de la religión por occidentalizarse demasiado durante la etapa colonial británica. Propuso abrazar la estricta Sharía o Ley Islámica lo que trasladó a Palestina incitando a ciertos grupos en esa zona para que se levantaran contra los británicos que en los años 30 controlaban la región.


Egipto estaba gobernado por el rey Faruq, que vivía en la opulencia, mientras sus súbditos lo hacían en la pobreza. Se había educado en el Reino Unido, permitía la presencia de tropas inglesas incluso después de independizarse del imperio británico. El pueblo egipcio le llegó a odiar, alentado por Hermanos Musulmanes que denunciaban la ostentación de la clase alta que rodeaba al rey, amigos además de Occidente, despreciando las tradiciones musulmanas.


Después de la Segunda Guerra Mundial, tanto nacionalistas como islamistas (Banna fue asesinado en 1948) e incluso sus antiguos aliados británicos planean, cada colectivo por su cuenta, el derrocamiento del incómodo soberano. Para colmo, la primera guerra arabo-israelí se saldó con un estrepitoso fracaso egipcio.


Faruq se proclamó descendiente de Mahoma creyendo que con esa declaración calmaba las aguas por pensar que el pueblo le respetaría por esa circunstancia, pero no fue así. Los militares le obligaron a ceder el trono a su hijo Fuad II, quién solo gobernó un año hasta que se proclamó la República, siendo el mayor-general Muhammad Naguib su primer presidente seguido del coronel Gamal Abden-Náser. Éste último ejerció el cargo hasta su fallecimiento en 1970 formando un gobierno de corte socialista respaldado por la URSS.


El laicismo del nuevo régimen egipcio se oponía al islamismo radical de Hermanos Musulmanes a los que persiguió Náser ya que un dirigente de esta organización intentó asesinarle en 1954. Entre los encarcelados por la conspiración se encontraba Sayyid Qutb que radicalizó la ideología de la hermandad siendo el verdadero inspirador de grupos yihadistas como Al-Qaeda o Hamas.


No sería hasta la muerte de Náser (o Nasser), en 1970, cuando resurgieron los islamistas adquiriendo gran influencia en la sociedad egipcia durante la dictadura de Hosni Mubarak.


Lo que hizo Mubarak fue tolerarles, pero no les legalizó, aunque tampoco les persiguió mientras no influyeran en los intereses de su Gobierno, pero eso era imposible.


Mubarak fue derrocado en 2011 por el movimiento internacional conocido como “Primavera Árabe”, que pretendía liberar a los pueblos árabes de la tiranía (aunque sucedió lo contrario).


Los Hermanos Musulmanes instigaron para que la Primavera Árabe se impusiera en Egipto como antes lo hicieron en Túnez

Cuando ganaron las elecciones egipcias, metieron en prisión a Mubarak, pero solo dos años después Al Sisi daría el golpe de Estado. Los directivos de la cofradía que no fueron encarcelados huyeron a Turquía, el Reino Unido y otros países, mientras Mubarak era absuelto por el régimen de Al Sisi.


El Parlamento británico llevó a cabo una comisión de investigación de los Hermanos Musulmanes para decidir si convenía darles asilo, determinando que no suponían una amenaza para el País ya que rechazaban el terrorismo.


Lo que sucede con esta cofradía islamista es que también son una fuerza política (en Egipto fundaron el partido “Libertad y Justicia”) por lo que se ha llegado a confundir su proclama con radicalismo. En los Estados Unidos también les investigaron, dictaminando los Servicios de Inteligencia que no eran terroristas.


En Siria e Irak tuvieron tiempo atrás un gran apoyo, pero acabarían siendo perseguidos porque instigaban movimientos rebeldes.  


En Francia, se considera a los Hermanos Musulmanes una organización que expande el ideario islamista radical como en Arabia Saudí donde la cofradía islamista está prohibida (también en los Emiratos Árabes Unidos). Allí nadie olvida que Osama Ben Laden pudo haberse inspirado en el ideario de esa hermandad cuando fundó Al-Qaeda.


Son el movimiento islámico más influyente puesto que cuentan con “delegaciones” en el Magreb, Turquía, Líbano, Jordania, Yemen, Irak, Palestina, Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros países. Es precisamente en la Franja de Gaza donde su mensaje caló hondo inspirando a Hamas y esta organización sí es terrorista.


Hay países donde no usan el nombre de Hermanos Musulmanes o ningún otro que pueda relacionarles, pero están presentes de algún modo, ya sea como formación política, ya como una asociación cultural o caritativa. Es uno de los problemas con respecto a las comunidades islámicas en torno a mezquitas, que resulta complicado saber qué movimiento está detrás de sus dirigentes.


Por ejemplo, en 2018 se expulsó de España al imám Alaa Mohamed Said que ejerció en dos mezquitas de Logroño, siendo durante años presidente de la Unión Islámica de Imames y Guías de España (en realidad se dice “imam” pero se acepta también acabado en “n”). La Secretaría de Estado de Seguridad le acusó de intentar implantar el ideario más radical de los Hermanos Musulmanes desde una gran mezquita que había proyectado edificar para lo que estaba recaudando financiación. Mohamed Said recurrió la orden, pero fue confirmada por la Audiencia Nacional.


En Madrid, la mezquita Abu Bakr, sede de la UCIDE (Unión de Comunidades Islámicas de España), estuvo relacionada con los Hermanos Musulmanes a través del sirio Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España (CIE).

  

El mencionado Mustafa Setmarian se inspiró en el ideario de Sayyid Qutb, quién formó parte de los Hermanos Musulmanes en los años 50 y encarcelado por Náser. Llevado por el rencor teorizó en prisión sobre el Yihad combativo. Tan radicales son sus planteamientos que recientemente la Universidad Musulmana de Aligarh eliminó su obra del Departamento de Estudios Islámicos porque propaga el integrismo islamista.


Setmarian cogió el mensaje extremista de Qutb y lo aderezó con sus propias ideas radicales. De hecho, él mismo militó en la rama siria de los Hermanos Musulmanes que serían prohibidos en su país por enfrentarse al Régimen dictatorial de Hafez el Asad, padre del actual presidente sirio, Bashar al Assad.

Imagen de Ben Laden y Mustafa Setmarian juntos
Ben Laden (iqda) y Setmarian (dcha), imagen de la Fiscalía EEUU

En un principio, convenció a los dirigentes de Al-Qaeda sobre el concepto de “lobo solitario” en el que habla en sus textos, adiestrando a muyahidines en un campo de entrenamiento afgano, pero acabaría entrando en conflicto con Ben Laden, o eso se dijo. El motivo pudiera ser que puenteó al líder yihadista frente a los talibanes dirigidos por entonces por el Mulá Omar.


Parece que fue interceptado en Pakistán en 2005 y encarcelado en una prisión de Siria, pero se dijo que un grupo de rebeldes lo liberó, desconociéndose si continúa vivo. De ser así tendría en la actualidad 66 años y debería responder ante la Justicia española, ya que la Audiencia Nacional ordenó su búsqueda y captura en 2001.


Se le llegó a relacionar con el primer atentado yihadista en España, el perpetrado en el restaurante «El Descanso» de Madrid, en 1985, muriendo 18 personas y resultando heridas otras 85. Las dos plantas del local se derrumbarían a las diez y media de la noche del 12 de abril por efecto de la explosión.


Se piensa que se atentó contra ese restaurante porque lo frecuentaban soldados y personal de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, de utilización conjunta hispano-estadounidense. De hecho, quince personas destinadas en la Base resultaron heridas.


La duda sobre su autoría estriba en que lo reivindicaron tanto la Yihad Islámica, relacionada con el grupo libanés Hezbolá, como una organización denominada “Waad”, pero como sucedió con el 11-M, se pensó que había sido obra de la ETA. Incluso se barajó la posibilidad de que hubiera sido un grupo de ultraderecha, pero el explosivo usado no era el habitual de los terroristas vascos o los del GRAPO (Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre). Sí, en cambio, como el usado por Hezbolá, pero nunca se supo con certeza quiénes se hallaban detrás. Se vinculó a Setmarian porque hubo quién aseguró verlo en las proximidades del restaurante.


El caso es que este teórico del Yihad, alumno aventajado de los Hermanos Musulmanes, vivió entre Granada y Madrid desde donde se marchó a Londres para trabajar en una revista de contenido islamista. Pero no perdió su vínculo con España llegando a considerársele uno de los ideólogos del 11-M aunque no hay nada que lo fundamente salvo que los autores materiales leyeran alguno de sus textos inspirándose en sus enseñanzas.


La célula del 11-M estaba relacionada con el GICM, recordad, aquellos terroristas marroquíes que habían combatido en Afganistán. ¿Conocieron allí a Setmarian? Fuera como fuese, el portavoz que reivindicó los atentados en Madrid dijo llamarse Abu Dujan "al Afgani" (el Afgano), hablando en nombre de Al-Qaeda en Europa. 



El día que todo cambió

Imagen de las Torres KIO en Madrid
La célula terrorista se planteó atentar contra las Torres KIO (Puerta de Europa)

191 ciudadanos muertos por diez bombas dispuestas en cuatro trenes de cercanías en Madrid, que provocaron además 1.857 heridos. Hay que añadir también al agente de la Policía Nacional que resultó muerto cuando se disponía su equipo a entrar en el piso en el que se hallaba la célula yihadista, que acabaría inmolándose. Y otra víctima posterior a causa de las graves heridas (193 en total).


La primera explosión se produce a las 07:37 horas, en la estación de Atocha, estallando el resto a lo largo de los dos minutos posteriores (estallaron en total ocho de las diez bombas).


Los instantes posteriores parecían sacados de un rodaje de película de terror, con cuerpos despedazados y muchos supervivientes en shock caminando sin saber exactamente qué ha sucedido ni a donde dirigirse. Los que sí reaccionaron y pudieron moverse huyeron despavoridos tropezando unos con otros. Algunas víctimas, que llegaron a salir de la estación en estado de shock, deambularán durante varias horas por las calles de la ciudad antes de ser atendidas.


La población de Madrid entra en pánico a medida que la noticia se difunde. Casi todos los padres acudieron a por sus hijos en sus vehículos particulares (nadie se atrevía a coger un transporte público) para sacarles de los colegios y llevarles a la seguridad de sus hogares.


En las estaciones de tren causaba pavor oír infinidad de teléfonos móviles sonando dentro de los vagones. Eran los familiares de los fallecidos llamándoles para interesarse por su estado. En sus bolsillos no dejan de sonar los aparatos, sin que nadie se atreviera a entrar en los coches.


El Partido Popular, aún en el Gobierno cuando se producen los atentados, pero en plena campaña electoral puesto que habrá comicios al domingo siguiente, acusa a la organización terrorista ETA. Consideraban que era la opción lógica puesto que se trataba de la banda que llevaba cometiendo atentados desde hacía décadas. Sin embargo, a medida que avanza la mañana del 11 de marzo, se difunde la posibilidad de que se tratara de un ataque yihadista.


Hubo tres mochilas con explosivos que no llegaron a estallar, conteniendo teléfonos móviles a modo de detonadores que llevarían a los autores.


Aparte, una furgoneta que había sido robada en Alcalá de Henares, de donde salieron los trenes siniestrados, sería hallada horas después de los ataques con varios detonadores y una grabación de algunos versículos coránicos. Ahí es cuando la Policía comienza a sospechar que ha sido obra de yihadistas, quedando las dudas despejadas el trece de marzo, un día antes de las elecciones generales.


La cadena Telemadrid recibió una llamada telefónica que le indicó donde se hallaba una cinta de vídeo (en una papelera próxima a la mezquita de la autovía M-30, de Madrid) que contenía la reivindicación de los atentados. Un tal Abu Dujan al Afgani, con un claro acento marroquí, dice hablar en nombre de “Al Qaeda en Europa”, comunicando que los atentados han sido obra suya como castigo por la participación del Estado español en la invasión de Irak.


Tres semanas después de los atentados, siete miembros del comando que puso las bombas deciden inmolarse con explosivos, cuando estaban cercados por la Policía en su apartamento de Leganés, en las afueras de Madrid.


Cierto que los etarras intentaron atentar en la línea férrea Irún-Madrid en la Navidad de 2003, lo que abortó la Policía Nacional, diciéndole los detenidos a los agentes que habían colocado otros dos artefactos explosivos en sendas líneas de la Comunidad de Aragón.


Sin embargo, todo indicaba que había sido el terrorismo yihadista, como comprobaremos en la segunda parte de este serial que publicaremos la semana próxima, analizando las conexiones de la célula ubicada en Madrid con otras en Cataluña y fuera de España.


Os dejamos ahora con un vídeo del canal de Euronews, en la plataforma YouTube (ajeno a nuestra web). El profesor Luís de la Corte, uno de los mayores expertos en terrorismo yihadista de España, nos dice que la UE elaboró una política contraterrorista común a consecuencia de los atentados en Madrid y Londres de 2004 y 2005.


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