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Foto del escritorRedacción RSW

La cultura del arma de fuego: USA y España

Actualizado: 17 sept 2023

En España los policías locales no portan armas largas; en EEUU los ciudadanos no tienen límite

RSW - Pistola enfundada

La tasa de homicidios en Estados Unidos es ocho veces superior a la de España y, sin embargo, nadie se plantea en la gran superpotencia regular el uso de armas de fuego.


Se habla de ello, el debate está en la Sociedad, pero no llega al Capitolio porque saben que no tendría futuro.


Incluso cuando Barack Obama dijo que lo intentaría, lo único que consiguió fue favorecer la venta de más armas ya que muchos ciudadanos, temerosos de que se les prohibiera adquirirlas, compró armas semiautomáticas en una cantidad pasmosa.

La cultura del arma de fuego en Estados Unidos

RSW - Bandera de los Estados Unidos
La Constitución de USA protege la posesión de armas de fuego

Son cientos de millones las armas que circulan por el País, pero no todos las poseen, lo que significa que muchas personas acumulan armas poseyendo verdaderos arsenales.


El 40% de los hogares tienen, al menos, un arma, según el Pew Research Center. Un 70% de la población estadounidense no posee ningún arma ni contempla poseerla, con lo que la imagen de que en los Estados Unidos todos los ciudadanos tienen una pistola o un fusil en su casa no es cierta.


Sin embargo, el número de armas de fuego que existen o circulan por territorio estadounidense resulta apabullante: en torno a 270 millones de armas tienen los ciudadanos de USA (el 30% de todas las armas en poder de civiles, en todo el Mundo).


La licencia de venta es muy barata en EEUU, un buen negocio, aunque lo era aún más el mercado de los accesorios, los llamados "bump stocks". Pueden convertir un arma semiautomática, legal en Estados Unidos, en automática, cuya venta es ilegal.


El Congreso aprobó, en 2019, a propuesta de la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), que se prohibiera su venta.


La NRA estaba interesada porque el mercado de los "bump stocks" no lo controlaba. La asociación alegó que los accesorios debían regularse, ya que el arma en sí no es peligrosa, según dicen, sino lo que se le añade.


La NRA cuenta con más de cinco millones de socios. Esta entidad es la que más presiona al Gobierno para que mantenga el derecho ciudadano, contemplado en la Constitución de EEUU, de portar armas.


Ahora bien, no hay apenas limitaciones en cuanto a la adquisición de armas no automáticas y munición. La matanza perpetrada por Stephen Paddock en Las Vegas en 2017 en un concierto de country, asesinando a 58 personas, dejó entrever el peligro de que no haya una regulación federal que pueda aplicarse a todo el País.


Paddock tenía repartidas entre sus dos residencias, en las localidades de Mesquite y Reno (Nevada), 47 armas.


Además, en su vehículo, estacionado cerca del Hotel desde el que disparó a los asistentes al concierto, encontraron 22 kilos de explosivos y cerca de 1.600 balas. Todo un sociópata, razón de más para regular, de una vez por todas, la adquisición de armas de fuego.

En EEUU, cada Estado tiene su propia regulación de armas de fuego (si la tiene)

Se dan casos surrealistas, que parecen sacados de películas del Oeste, como el del Estado de Georgia. En ese territorio, una ley estatal permite que cualquier ciudadano pueda llevar su arma de fuego consigo. Incluso podrá utilizarla en plena calle si es amenazado por alguien que también porte un arma de fuego o porque tema por su vida.


Hasta ahora se pedía una licencia para portar armas pero el Partido Republicano, con mayoría en el Senado de Georgia, ha conseguido sacar adelante una ley estatal para retirar la obligatoriedad de dicha licencia.


En casi todo el País, lo único que tiene que hacer quién quiera adquirir un arma es rellenar un formulario, presentar un certificado de antecedentes penales y el carné de conducir o tarjeta de seguridad social que acredite que es mayor de edad.


El formulario incluye un test psicotécnico, pero son tan solo unas preguntas absurdas a las que simplemente se responde lo que resulta lógico responder. Por ejemplo, si la pregunta es "¿Cree que todo el Mundo está contra usted? Con responder "no" y al resto de preguntas similares lo mismo, se pasa el test.


No pocos asesinos en serie, de los que después se comprobó que padecían trastornos de la personalidad, superaron ese test sin problemas.


La 2ª Enmienda es sagrada para los simpatizantes de las armas. Es la que establece que ninguna autoridad del País puede infringir el derecho ciudadano a portar armas. Ahora bien, cada Estado puede regular el modo en que se portan esas armas. De hecho, hay algunos Estados donde las restricciones son más serias; el que más, California.


En California, los vendedores de armas han de llevar un registro que puede ser consultado por la Policía en cualquier momento, debiendo mostrar el comprador su licencia para adquirir un arma de fuego. Además, no podrá cargarla en ningún lugar público.

Tal vez haya quiénes piensen que eso de no poder cargar un arma de fuego en sitios públicos será común a todos los Estados; pues no. Solo en otros doce Estados está prohibido, en el resto no hay problema.


Lo que sucede es que, al no ser habitual, sencillamente no se contempla que algo así suceda ni hay protocolo al respecto.


Un agente de la ley que vea un individuo portando un arma a la vista, incluso cargarla en la vía pública, se pondrá en alerta si se trata de un desconocido, incluso le identificará. Pero si todo está en regla, sencillamente le exigirá que tome precauciones, ya que, en teoría, ese descerebrado puede cargar el arma en cualquiera de los 37 Estados donde se permite hacerlo. Por ejemplo, enseñándole a un cliente cómo funciona en una tienda de armas o a un amigo en un descampado.


El caso de California es preocupante, con una tasa de criminalidad muy elevada. Resulta lógico que los requisitos para la adquisición de armas de fuego sean más exahustivos, y aún así no son suficientes para frenar la violencia en ascenso. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha registrado un incremento del 31% de la tasa de asesinatos en California en los últimos años.


Hay condados californianos con una tasa de 12,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes, y eso es muchísimo. Para que te hagas una idea, estimado lector: en España, la tasa es de 0,4 por cada 100.000 habitantes. La media mundial es de 6,1 por cada 100.000 h.


Personas que no pueden adquirir un arma de fuego en Estados Unidos:

  • Con entecedentes penales si la condena superó el año de prisión o con cargos por violencia doméstica o de género.

  • Fugitivos de la ley.

  • Drogadictos.

  • Personas diagnosticadas con enfermedades mentales.

  • Inmigrantes irregulares o quiénes no tengan la ciudadanía.

  • Expulsados de las FAS.

Joe Biden quiere legislar sobre armas de fuego

Joe Biden

No es lógico que cualquier persona, sea cual sea su origen, o en el caso de los ciudadanos del País sin que se les pida prácticamente nada, puedan adquirir todo tipo de armas de fuego.


Es necesario y urgente que se proceda a la regulación ya que, de lo contrario, no solo pudieran sucederse hechos como las últimas masacres sino que el País pudiese atraer a individuos que observan lo fácil que es adquirir armas, aunque sea a través de cómplices que tengan la nacionalidad.


El Gabinete Biden sí considera interesante debatir sobre ello en el Parlamento. De hecho, ya se enfrentó en dos ocasiones, en los años 90, a la NRA, con su apoyo a la Ley sobre Prevención de la Violencia con Armas Cortas (conocida comunmente como Ley Brady).


Con la Ley Brady, que entró en vigor en 1998, se puso en marcha el NICS (siglas en inglés de "Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales").


El nombre con el que popularmente se conoce al decreto le viene por Sarah Brady, una gran activista por el control de las armas de fuego tras el intento de asesinato de Reagan que dejó en silla de ruedas a su marido James Brady, secretario de prensa de Reagan cuando se produjo el intento de asesinato del presidente, en 1981.


En Estados Unidos, se organizan numerosas ferias de armas en las que se exhiben incluso potentes rifles de asalto no resultando extraño ver a muchachos probando esas armas sin ningún adulto cerca.


Resulta inaudito en un País en el que desde mediados de los 60 se han registrado más de 130 asesinatos masivos (aquellos en los que hay más de cuatro víctimas mortales) por armas de fuego, que aún no se regulen. De las casi 300 armas utilizadas en esos sucesos, un 60% (aproximadamente) se adquirieron de forma legal.


La media es de un par de tiroteos diarios en distintos lugares del País; casi la tercera parte de todos los incidentes de este tipo que hay en el Mundo suceden en EEUU.

La PBS, cadena pública de televisión de los Estados Unidos, emitió un programa en el que informaba de que el 70% de las armas de fuego (sobre todo fusiles de asalto) que circulan por México, azotado por el narcoterrorismo, proceden de su vecino del norte.


En México solo el Estado puede adquirir armamento o venderlo, pero en USA son decenas de miles los establecimientos de venta de armas de fuego. El propio Gobierno mexicano, en base a las armas confiscadas a los narcos, ha calculado que entran en el País cada año en torno a 200.000 armas desde la frontera norte.


Ha sido este intenso tráfico el que ha motivado la primera demanda pública del Gobierno mexicano contra los fabricantes de armas de fuego estadounidenses culpándoles del incremento de la violencia en México.


Se calcula que hay en torno a 320 millones de armas circulando por EEUU o en sus hogares (el 40% de los mismos posee algún arma de fuego) pero esto no parece que vaya a cambiar en los próximos años.


La situación ha desbordado la seguridad pública en grandes ciudades como Nueva York, donde su alcalde, un ex-policía, Eric Adams, se ha posicionado del lado del presidente Biden.


El antiguo agente del orden, hoy regidor de Nueva York, sabe muy bien cómo llegan las armas a la gran ciudad, a través de la conocida como Iron Pipeline (la ruta oculta del hierro). Se trata del intenso tráfico de armas que se produce por la carretera interestatal 95 o I-95 que une el sur del País con el norte por la Costa Este. Se usan las carreteras secundarias y la propia interestatal para llegar desde los Estados del sur hasta la ciudad de la gran manzana, su principal mercado.


La Policía neoyorkina está desbordada llegando al punto de dar dinero o tablets a quiénes entreguen voluntariamente sus armas de fuego no haciéndoles preguntas sobre dónde o cómo las adquirieron.


Diferencias entre EEUU y España en cuanto a las armas

En Estados Unidos hay toda una cultura del arma de fuego que no existe en España. En la Península Ibérica es inconcebible imaginar que cada casa poseyera un arma de fuego, resultaría incluso escandaloso.


La ciudadanía, por lo general, no quiere saber nada de ese asunto dejándolo en manos de las Fuerzas de Seguridad y manteniéndose alejada de todo lo que suene a pistolas y fusiles. Como mucho, los cazadores en España son los que más se acercarían a esa filosofía del arma que se vive en los Estados Unidos.


En EEUU alegan legítima defensa si alguien entra en su hogar portando un arma y los moradores le disparan matándole; no pasa nada, en efecto, protegían a su familia y propiedades.


Evidentemente habrá una investigación policial pero si corrobora la versión del propietario de la vivienda, no habrá más que hablar.


En España, el dueño de la casa que haya sido violentada viéndose obligado a defenderse, tendría que explicar primero que hacía con un arma en su casa. Es una pregunta que en un juzgado de los Estados Unidos sería impensable, ya que no es extraño allá que los padres enseñen a sus hijos, siendo todavía niños, a usar las armas de fuego, yéndose al campo o a una galería a practicar.

Es tal la diferencia entre España y Estados Unidos que incluso los Cuerpos de Policía Local en España no tienen autorizado el uso de armas largas, lo que a los agentes norteamericanos les resulta inaudito.


La verdad es que la medida en España no se entiende en un País en alerta contraterrorista 4 (de un máximo de 5) por lo que se está revisando.


Lo que sí se ha observado en los últimos años en España es un notable aumento del uso de armas detonadoras entre los delincuentes que las manipulan para que puedan disparar munición real.


Ahora mismo, para comprar un arma detonadora (las que solo hacen ruido pero no expulsan ningún proyectil), debes acreditar tu mayoría de edad, justificando para qué la quieres con la documentación que lo demuestre.


Actividades para las que se permiten armas detonadoras:

  • Deporte

  • Adiestramiento canino profesional

  • Espectáculos públicos o actividades recreativas

  • Cine o teatro

  • Coleccionismo

Además, solo las encontrarás en establecimientos y armerías autorizados. Tengamos en cuenta que son prácticamente idénticas a las armas reales con lo que si se las manipula pudieran ser utilizadas como tales, con proyectiles. Incluso las hay de doble acción.


Lo que la Ley española contempla es que estas armas no se porten sin necesidad o que se utilicen de manera negligente o temeraria. ¡Hablamos de armas de fogueo! Como puee comprobarse, las difererencias con USA son abismales.


Para un estadounidense, es una cuestión de libertad civil, un derecho ciudadano. Pero habría que decirles que la democracia nació en Europa y aún así no se contempla en el viejo continente que cualquiera pueda tener un arma letal así como así.


Las tasas de criminalidad de Norteamérica y la Unión Europea demuestran quiénes llevan razón en este debate crucial.

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