El mundo entero teme un nuevo conflicto árabe-israelí por las consecuencias globales
Israel tiene abiertos demasiados frentes. Hasta el momento puede con todos e incluso infringe derrotas.
Parecieran invencibles pero, ¿por cuanto tiempo? La clave radica en sus reservas de armamento y sobre todo misiles para su cúpula antiaérea. De momento, y gracias al apoyo de EEUU, puede resistir indefinidamente.
Sin embargo, si el respaldo norteamericano desapareciera y la comunidad internacional, muy crítica por la masacre perpetrada en Gaza, le diera la espalda, ¿podrían enfrentarse por sí solos a una gran alianza islámica? ¿Cuáles serían las consecuencias para el Mundo?
Índice
El conflicto en Gaza se extiende al Líbano
Vamos a comenzar el artículo con un repaso de la situación antes de meternos en materia. Como siempre, os recomendamos que lo leáis entero pero tenéis un índice arriba para que vayáis al epígrafe que más os interese.
En Gaza, las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) continúan combatiendo a la organización Hamas, bombardeando incluso campos de refugiados, como el de Yabalia el 19-10-2024. Hubo muchos niños entre los 33 muertos, pero las autoridades israelíes culpan a Hamas por usar a la población civil como escudos humanos.
En el Líbano, el enemigo de Israel es Hezbolá (la milicia Amal también les secunda), que acusan al Estado hebreo de lo mismo: usar a los cascos azules de la ONU, los soldados de la Misión FINUL, como escudos humanos.
Como vemos, las acusaciones son mutuas solo que la ONU lo ha denunciado también. La Base de FINUL en la localidad de Bint Jbeil fue atacada de madrugada, el 13 de octubre de 2024. Quince "cascos azules" resultaron heridos leves (más otros cinco heridos anteriores).
Hezbolá es aliado de Hamas pero ha comunicado que no bombardearán la zona fronteriza donde se hallan desplegados los cascos azules para no alcanzar a ninguno. Quieren dar la imagen al Mundo de que ellos sí respetan los esfuerzos de la ONU por pacificar el territorio mientras que Israel atenta contra la fuerza internacional.
En cambio, no dudaron en aliarse con los terroristas que perpetraron una horrible matanza de civiles en el sur de Israel en octubre de 2023, origen del conflicto acutal. Por lo tanto, pocas lecciones de moral puede dar Hezbolá.
Lo que sucede es que Israel está desatado y no mira a quiénes bombardea, simplemente avanza y arrasa. Hace tan solo unos días atacó la aldea de Aitou, poblada sobre todo por cristianos, con lo que nadie está a salvo en el Líbano.
Ni que decir tiene que los civiles, sean de una u otra religión, todos, debieran quedar al margen de la contienda militar, pero eso es imposible al parecer. Son los que más sufren, sobre todo los niños.
Para la fuerza combinada de milicias palestinas (hay que incluir a la Yihad Islámica) con Hezbolá, los malvados son los israelíes que mantienen un sistema tipo apartheid con los palestinos y ocupan las Franjas de Gaza y Cisjordania con sus colonias. En cambio, para Israel su lucha es contra el terrorismo alimentado por Irán.
El presidente francés, Emmanuel Macron, le soltó a Netanyahu que Israel fue creado por la ONU por lo que no se entiende que la ataquen ahora. El primer ministro israelí le respondió que su País no fue creado por ninguna resolución de la ONU sino por la sangre de sus soldados. Estos cruces de acusaciones suelen ser en redes sociales o declaraciones de prensa.
Lo cierto es que Netanyahu pareciera que le hubiera declarado la guerra también a la ONU a la que acusa de fomentar el antisemitismo. Pero esto no es correcto porque el término "semita" incluye no solo a los hebreos, también a los árabes, en cambio, Netanyahu se ha apropiado del vocablo para referirse a los israelíes solamente.
En el Tik Tok anterior, del canal DW de noticias (ajeno a nuestra web), comprobáis el rocambolesco episodio protagonizado por Gilad Erdan en mayo de 2024.
Ante unos atónitos representantes de las Naciones Unidas, el embajador israelí en la ONU rompió la carta fundacional del organismo. En agosto fue sustituido por otro embajador pero el tono sigue siendo insultante.
En octubre, el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, anunció que su País declara "non grato" al secretario general de la ONU, António Guterres, teniendo prohibida la entrada en el Estado de Israel.
Guterres dijo que en toda la Historia de la organización nunca murieron tantos funcionarios de la misma como en Gaza, donde se supone que ayudan a la población civil.
En el Líbano, soldados israelíes han llegado a entrar en instalaciones de FINUL derribando muros y un tanque disparó a una torreta que tenía cámaras. Netanyahu, al ser criticado por estas acciones (recordemos los cascos azules heridos), ha "recomendado" que se retiren porque entorpecen las operaciones de las FDI sobre el terreno.
Así que parece que no hay quién convenza al mandatario israelí de que deponga su actitud antes de que la situación se vuelva tan peligrosa que tenga consecuencias globales. Ni siquiera la Casa Blanca consigue rebajar la tensión.
En Gaza, la cifra de muertes resulta abrumadora - decenas de miles - por la incursión militar en venganza por lo sucedido en octubre de 2023, cuando cientos de miembros de Hamas asesinaron a miles de personas en el sur de Israel.
Se suponía que el ejército israelí realizaría una operación rápida de castigo en Gaza pero llevan un año con las hostilidades.
La muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, está siendo "vendida" por Israel como el final de una pesadilla.
El vídeo ha sido difundido por el Gobierno israelí en redes sociales diciendo de él que robaba "los recursos de Gaza para alimentar su maquinaria terrorista" (...) "adoctrinando a niños a matar y morir".
Desde luego, las imágenes son elocuentes, rodeándose Sinwar de niños a los que visten con ropa militar obligándoles a cargar con armas. Sin embargo, también es cierto que los bombardeos israelíes no distinguen a niños de adultos, siendo miles los menores muertos.
El asesinato de Sinwar no ha supuesto el fin de la guerra, con atrocidades por ambos bandos en un conflicto que pareciera eterno.
Guterres le ha pedido a Bibi que proceda a declarar el final del conflicto en Gaza y permita un reparto de ayudas humanitarias entre la población civil como es debido. Por supuesto, también le ha pedido a Hamas que entregue los rehenes que aún mantiene (se desconoce cuántos seguirán con vida).
La Organización Mundial de la Salud denuncia que las ONGs de médicos no pueden atender a las víctimas de los bombardeos y de las enfermedades que se propagan por la Gaza destruida porque Israel se lo dificulta, lo que niegan las autoridades hebreas.
Uno de los objetivos que se marcó Bibi fue la destrucción total de Hamas y no se ha cumplido aún. Para él siguen constituyendo un peligro pues aún tienen potencial para lanzar cohetes sobre el sur de Israel.
Hamas ha quedado muy mermada con más de 17.000 de sus miembros abatidos por las FDI (según las autoridades israelíes) o por los bombardeos pero Netanyahu no descansará hasta que el último de los componentes de esa organización terrorista sea eliminado.
Sinwar, el alto mando de Hamas mencionado antes, creció con el odio hacia Israel corriendo por sus venas ya que nació y se crió en un campo de refugiados en Gaza, desplazados de sus hogares cuando el Estado de Israel se fundó en 1948. Tal vez porque a él le inculcaron esa inquina creyó que debía hacer lo mismo con los niños de Gaza, alimentando su odio y adiestrándoles a temprana edad para que porten armas.
Imaginemos el ambiente que respiraba Sinwar desde crío, de rechazo hacia todo lo judío, aprendiendo hebreo en la prisión israelí en la que estuvo ¡22 años! para conocer mejor a su enemigo.
Si las autoridades del Estado judío hubieran sabido en 2011 que Sinwar sería el cerebro de la masacre del siete de octubre de 2023 en el sur de Israel no le habrían liberado. Fue uno de los miembros de Hamas que la organización palestina pidió que dejaran en libertad a cambio del soldado Gilad Shalit, a quién habían secuestrado por aquel entonces.
Uno de los secuestradores de Shalit, un tipo que también participó en la matanza del 7/10, Rafa Salama, fue abatido por las fuerzas israelíes en julio de 2024.
En Gaza ya hay cerca de dos millones de personas desplazadas de sus hogares que han quedado destruidos.
Mientras continúa la destrucción sistemática de Gaza, el Líbano está siendo duramente castigado por su apoyo a los palestinos: más de 1.500 muertos y un millón de desplazados.
Nada menos que tres divisiones del ejército de Israel avanzan por el sur hacia la capital, Beirut, que es bombardeada casi a diario.
Decir que Israel combate a Hezbolá es prácticamente lo mismo que afirmar que lucha contra el Estado libanés porque el Parlamento de ese País está controlado por la milicia que en Tel Aviv consideran terrorista.
El gobierno del Líbano es inexistente en la práctica siendo las distintas facciones religiosas las que se reparten el territorio y por lo tanto las responsables de los servicios públicos en sus zonas de influencia.
Otro grupo, Amal, con amplia representación parlamentaria (su líder preside la Cámara de Diputados), no siempre está de acuerdo con los de Hezbolá, incluso libraron una guerra entre ambos, pero ahora han hecho frente común. Las dos milicias libanesas son chiíes y tienen buenas relaciones con Irán.
Beirut es bombardeada todas las noches como han dicho los españoles que vivían allá y han regresado a España por temor a ser alcanzados por las bombas israelíes o los drones de Hezbolá facilitados por Irán que son lanzados contra las FDI.
Los drones son un peligro pues se dirigen a posiciones del ejército israelí pudiendo ser derribados cayendo sobre la población civil (uno de los ataques masivos iraníes sobre Israel mató a un palestino al caer un misil interceptado sobre una zona poblada).
Las acusaciones mutuas de vulnerar el Derecho Internacional son típicas en todo conflicto bélico. La guerra en Oriente Medio no iba a ser distinta: Hezbolá acusa a los hebreos de usar bombas de racimo que están prohibidas (Convención sobre municiones en racimo) y unos y otros, como hemos visto antes, de usar a los civiles como escudos humanos.
Vista la situación, el presidente de la República de Francia, Emmanuel Macron, con el que ya hemos visto que Netanyahu tiene diferencias, comunicó que su País se plantea dejar de vender armas a Israel. A la iniciativa se suma el español Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores.
Borrell no puede obligar a los Estados miembros de la UE a que no provisionen de armamento a los israelíes, pero sí someterlo a decisión del Parlamento Europeo.
Si los países europeos dejaran de vender armamento a Israel, no supondría un problema insalvable ya que Francia vende muy poco material a Israel e Italia apenas el uno por ciento.
Sin embargo, el 30% del material que le llega a los ejércitos israelíes procede de Alemania, según el SIPRI (siglas en inglés del Instituto Internacional de Investigación para la Paz, con sede en Estocolmo). Ya habían pactado la adquisición de cuatro submarinos a los astilleros alemanes.
EEUU satisface el 69% de la demanda militar israelí por lo que Israel aumentaría la cuota si la UE le hace boicot (digamos mejor Alemania) y buscaría otros proveedores; seguro que los encuentra.
Irán y el Eje de Resistencia
En el mapa anterior que os hemos elaborado, de manera simple para no complicar el esquema de lo que está pasando en Oriente Medio, veis que tanto desde Irán como Yemen (hutíes) lanzan misiles contra Israel.
El Estado hebreo responde con sus ataques aéreos, de ahí la formación de aviones que véis sobre Líbano y Siria desde donde también lanzan cohetes hacia Israel (incluso desde Gaza todavía llega alguno).
La animadversión de Irán hacia Israel y todo lo que sea judío es tan visceral que no han dudado en traspasar la línea roja cuando lanzaron no una sino dos veces ataques masivos con misiles, cohetes y drones sobre su territorio.
Para Irán (y para la mayoría de países islámicos) Israel no debiera existir tratándose de una imposición occidental, usando al Estado judío como base de operaciones para controlar a Oriente Medio.
Irán formó una gran alianza terrorista financiando a organizaciones de orientación chií radical, misma corriente que siguen los mandatarios del régimen iraní. Esa es la acusación que formula Israel contra sus enemigos: se enfrentan a unos extremistas.
Según Netanyahu su Gobierno lidera las fuerzas del Bien contra los malvados fundamentalistas
Fijaos que digo "orientación chií radical" porque la gran mayoría de los chiíes, como sucede con los suníes, son personas moderadas que simplemente profesan una religión pero lo hacen de modo pacífico. Por lo tanto, hay muchos chiíes moderados que echan la culpa de sus males a los extremistas que les gobiernan, tanto en Irán como en Líbano.
El Gobierno iraní está llamando a una especie de “guerra santa” contra Israel convocando a todos los países islámicos, independientemente de la corriente que sigan, suníes o chiíes. De momento, varias milicias iraquíes y sirias (aparte de Hezbolá, Hamas y los hutíes) han respondido alineándose junto al Eje de Resistencia a las órdenes de Teherán.
Lo que no esperaba el Líder Supremo de Irán (ese es su título, no es de coña), Alí Jamenei, es que el presidente de Siria, Bashar al-Assad, esté replanteándose su "amistad" con Irán, que tanto le ayudó en el pasado.
El dictador sirio sabe que conviene alinearse con los países árabes enfrentados a los iraníes, que ya le han prometido dinero para reconstruir su País si se aleja de Teherán.
En Irak sucede algo similar. El principal apoyo que tenía Irán en su Parlamento, el partido chií dirigido por el clérigo Muqtada al-Sadr, aborrece de sus antiguos aliados porque son impopulares en su País debido a que han explotado sus recursos de modo abusivo. Y no creáis que Al-Sadr es más moderado que sus correligionarios iraníes. De hecho, en 2023 soltó la perla de que los homosexuales eran los causantes de los desastres naturales de ese año, como el terremoto en Marruecos o la gran tormenta que asoló Libia.
Como vemos, ni siquiera otros fundamentalistas o dictadores tragan a los iraníes que es lo que pasa también con Vladimir Putin, que simplemente guarda las formas pero pasa de ellos porque sabe que apoyarles sin reservas es un error.
¿Qué hicieron los oligarcas iraníes? Sabedores de los escasos apoyos de los Gobiernos de Siria e Irak, armaron a milicias que operan en esos países lo que ha cabreado todavía más a sus antiguos aliados.
Irán cuenta con un gran arsenal de misiles, no solo los que parece que facilita a las milicias terroristas de Líbano, Yemen, Irak, Siria y Palestina, sino los que ellos mismos lanzan. La cúpula antimisiles israelí tiene trabajo y parece que funciona... de momento.
Los misiles Shahab 3 iraníes alcanzan un radio de 2.000 kilómetros. Estos pequeños monstruos miden más de once metros y pesan unas seis toneladas pudiendo llevar una carga de 1.200 kilogramos de explosivo.
Alcanzan la mesosfera (capa de la atmósfera entre los 80 y los 500 kms de altura) y desde ahí se dirigen hacia su objetivo.
El régimen iraní dispone también de los misiles hipersónicos Fattah presumiendo de que puede atravesar los escudos defensivos.
Alcanzan objetivos a 1.400 kilómetros en seis minutos desde su lanzamiento. Su última versión cuenta con los HGV (Hypersonic Glide Vehicle o Vehículo Planeador Hipersónico) que cuenta con un rango de alcance de cien kilómetros más - 1.500 -.
Para reforzar el escudo defensivo israelí (la famosa Cúpula de Hierro, que describiré después), los Estados Unidos anunciaron el 13 de octubre de 2024 que enviarán una batería THAAD, siglas en inglés de "Terminal High Altitude Area Defense" o Defensa de Área de Gran Altitud Terminal.
Se trata de un sofisticadísimo ingenio antiaéreo que lanza misiles a velocidad de infarto (2,8 kms./seg.) para interceptar cualquier ataque. Cada misil (Patriot PAC-3) cuesta la friolera de dos millones de dólares, eso sí, son muy efectivos pudiendo alcanzar alturas de 150 kilómetros.
Al ser tan caros, el Pentágono "solo" dispone de siete baterías THAAD, una de las cuales se enviará a Israel. Si resulta destruida, EEUU ya contempla la fabricación de otra para 2025.
El sistema THAAD consta de seis lanzadores pudiendo lanzar cada uno ocho misiles, contando con sus propios equipos de radar y comunicaciones siendo controlado y protegido por una dotación de 95 soldados.
¿Por qué mandar un sistema tan costoso a un frente de guerra donde pudiera resultar dañado?
Primero, porque para eso están, para defender no solo el territorio de los Estados Unidos sino también el de ciertos aliados si resultara necesario.
Teniendo en cuenta la gran influencia del lobby judío en los Estados Unidos, la Casa Blanca no se lo piensa. De hecho, ya se desplegó antes en Israel alguna de estas baterías especiales, la última vez en 2019.
Segundo, porque a pesar de contar con la Cúpula de Hierro, un sistema que es la envidia de los mejores artilleros del Mundo, resultaría insuficiente si el Estado de Israel es atacado de forma simultánea desde todos los frentes.
Las autoridades israelíes aseguran que cuentan con una gran reserva de misiles interceptores con lo que pueden aguantar por tiempo indefinido.
Cuando oímos o vemos en los noticiarios que Irán ha lanzado el mayor despliegue de misiles de la Historia sobre Israel y pensamos que miedo debió pasar la población, recordemos que ese terror lo viven, casi a diario, los habitantes de las ciudades gazatíes y libanesas. Israel les bombardea día sí, día también.
Irán posee misiles de todas las clases menos armas nucleares, pero cuentan con misiles de crucero y antibuque, balísticos e hipersónicos. No son de largo alcance como los que tiene Israel, pero son demasiados, con alcance suficiente como para llegar a todo el territorio israelí.
Pareciera que quieran comprobar si es cierto que el stock de sus enemigos es tan importante o solo palabrería. De ahí que los iraníes manden de todo: misiles, cohetes, drones...
Los escudos antiaéreos de Israel se ven obligados a funcionar continuamente y por lo tanto puestos a prueba. Por otro lado, sus reservas de misiles interceptores se van mermando.
Que Irán envía sus Shabab o sus Fattah, no hay problema. Israel responderá con sus "Jericó II y III". Los primeros son similares a los iraníes, pero los Jericó III son verdaderas bestias de 16 metros de largo (más de metro y medio de diámetro) con un peso de 29 toneladas.
Su radio de alcance es de nada menos que 6.500 kilómetros.
¡Ojo!, porque se cree que los Jericó IV ya están preparados para ser usados, con capacidad para alcanzar varios objetivos de modo simultáneo (soltando HGVs armados).
Por lo tanto, pensar que Irán tiene capacidad para destruir la defensa antiaérea de Israel y escapar a la lluvia de fuego que le caería después sería no querer ver la realidad. La propaganda iraní o la hutí es lo que pregonan, que sí pueden hacerlo de forma combinada, pero resulta prácticamente imposible.
Israel dedica a su presupuesto de Defensa más de 24.000 millones de dólares anuales, aunque eso es lo que se sabe. Luego está el gasto real con un sinfín de partidas que salen de lo asignado a otros ministerios.
En España y otros países también sucede: se supone que el presupuesto español en Defensa (2023) no llegaba a 13.000 millones de euros, pero en la práctica pudiera haber superado los 27.000 millones.
Israel recibe ayuda militar de los Estados Unidos. La última asciende a un montante de 8.700 millones de dólares, según comunicó el Ministerio de Defensa israelí. De esa cantidad, 5.200 millones restantes reforzaran los escudos antimisiles.
En 2016, EEUU e Israel firmaron un acuerdo de colaboración mutua (los israelíes aportan tecnología que interesa a los norteamericanos), por el que el Estado judío recibe cada año 3.800 millones de dólares en ayuda militar. Pero en 2024 la Casa Blanca autorizó el incremento excepcional de 14.300 millones de dólares de los que una primera entrega fueron los 8.700 millones mencionados antes.
Por lo tanto, en 2024 ya han recibido 12.500 millones del amigo americano, lo que junto a su presupuesto propio asciende el gasto militar a 36.600 millones.
Poco puede hacer Irán con sus 10.000 millones de dólares en Defensa.
Lo que sucede es que, al igual que otros muchos países del Mundo, también Irán saca dinero de mil y un orígenes diversos: empresas que cotizan en Bolsa, presupuesto de otros ministerios, mercado "alternativo"… Por lo tanto, su presupuesto militar es mucho mayor de lo que publican.
Los hutíes del Yemen
Los hutíes, de orientación chií (como Irán y Hezbolá), se unieron al Eje de Resistencia, coordinado desde Teherán.
Los piratas hutíes asaltan buques mercantes en el Mar Rojo (son decenas los afectados) financiándose así, consiguiendo un gran botín. Numerosos barcos con destino a Israel también han sido atacados.
Gracias al dinero que obtienen del pirateo marítimo compran misiles que lanzan contra sus enemigos más próximos (Arabia Saudí fue alcanzada y con más frecuencia el régimen autocrático que gobierna gran parte del Yemen), pero también contra el sur de Israel. Y eso que están a 1.900 kilómetros, muestra de su potencial.
Se atrevieron incluso contra un dron de los Estados Unidos que sobrevolaba su territorio consiguiendo derribarlo.
Para Israel la distancia no supone un problema. Ni cortos, ni perezosos, enviaron una fuerza área de varias decenas de cazas de combate y aviones de apoyo para bombardear el territorio que controlan los hutíes.
El puerto Al Hudayda, que usan los piratas como base, fue atacado y un par de plantas energéticas junto a depósitos de combustible. Su principal aeropuerto también resultó alcanzado.
El líder hutí, Abdelmalik Al Huthi, es ahora el miembro más destacado del Eje de Resistencia desde que Israel acabó con la vida de Hasán Nasralá, quién era jefe de Hezbolá.
Ambas “milicias” son similares: Ḥizbu-'llāh significa “Partido de Dios” y ʾAnṣār Allāh “Partidarios de Dios” (como se llama en árabe la organización hutí, aunque la veréis escrita como “Ansarolá”). Ambas formaciones son chiíes integristas y por eso se entienden bien.
Fijaos en el lema de los hutíes (arriba): “Dios es Grande, Muerte a América, Muerte a Israel, Maldición sobre los judíos, Victoria para Islam".
Los que les combaten no son menos fundamentalistas por lo que choca ver a los israelíes al lado de regímenes autocráticos, como el saudí, pero tienen enemigos comunes: Irán y los hutíes.
Los de Riad les combatieron al frente de la alianza militar que formaron en apoyo del régimen autocrático que gobierna el territorio de Yemen que no han ocupado los rebeldes. Colaboraron EAU y Bahréin, que someten a sus súbditos bajo un estricto sistema dictatorial islamista.
Con esas dictaduras árabes coopera Israel que presume de ser el único país democrático de Oriente Medio.
El Gobierno de la parte del Yemen no controlada por los hutíes se considera el legítimo del País y acusa a los rebeldes de ser unos terroristas que atacan barcos petroleros lo que encarece el crudo y con ello la economía mundial.
En realidad, no se llaman hutíes sino huzíes pero al traducir al castellano “Houthi” se les conoce así.
Son una tribu árabe que siguen los preceptos de la corriente zaidí del chiismo liderados en un principio, allá por los años 90, por Hussein Badreddin al Houthi. Era un militar y parlamentario que militaba en la oposición.
La población en el territorio hutí de Yemen es de once millones de habitantes. En los años 90 se rebelaron contra el Gobierno del País que era de corte suní, respaldada por Arabia Saudí.
Asesinaron a su líder lo que motivó una guerra civil coincidiendo con la conocida como “Primavera Árabe” que más que libertad solo trajo desgracias al mundo arabo-islámico.
Cuando cayó el dictador Alí Abdalá Salé los hutíes (que habían contribuido a su caída) se aliaron con él contra el nuevo dictador, Abdrabbuh Mansour Hadi.
Derrocaron a Hadi conquistando la capital, entrando en acción los saudíes junto a Bahréin y EUA que les arrinconaron en el territorio que ocupan.
La guerra civil ha provocado decenas de miles de muertes.
Los hutíes han creado un Estado propio gobernado por Abdul Malik al Houthi.
Se sospecha que Irán les apoya con financiación y armas mientras Hezbolá, con la que comparten similitudes doctrinales, se ocupaba del adiestramiento de su milicia formada por decenas de miles de componentes.
A pesar de que Irán niega que financien a los hutíes, los misiles que éstos lanzan contra Israel y sus enemigos saudíes dejan pocas dudas ya que son de fabricación iraní (de 2022, así que son recientes).
Odian todo lo procedente de Occidente de forma visceral , sobre todo si es originario de los Estados Unidos, por apoyar a su gran enemigo, Israel.
Educan a sus hijos en el integrismo religioso. Se dio un caso en Yemen recientemente de un menor radicalizado que mató a sus padres porque criticaban al régimen hutí.
Llegaron a lanzar misiles contra Riad en 2017 que fueron interceptados. Dos años después, un nuevo ataque alcanzó instalaciones petrolíferas saudíes.
Sin embargo, a pesar de la alianza militar árabe y de los ataques combinados de estadounidenses y británicos, primero, e israelíes después, los hutíes continúan asaltando barcos.
Se consideran la única fuerza legítima de Yemen y cuando hablan de sí mismos lo hacen como Gobierno del Yemen. Para ellos el territorio yemení no controlado por los hutíes (un 70%) es un apéndice de Arabia Saudí, gobernado por el Consejo de Liderazgo Presidencial desde Riad.
Aquí tenéis un vídeo del canal France 24 en la plataforma YouTube (ajeno a nuestra web) conciso y muy descriptivo sobre esta gente:
Los hutíes, cuando hablan de su milicia, la denominan “Fuerzas Armadas del Yemen” y su ministro de Defensa, el mayor-general Muhamad Naser al-Atefi, habla orgulloso de su colaboración con el Eje de Resistencia creado por Irán para luchar contra Israel.
Al-Atefi declaró a los medios que están adiestrando una fuerza especial por si son atacados en su propio territorio y que cuentan con un gran arsenal de misiles de todo tipo y drones.
Desde luego, invadir el Yemen no es lo mismo que la incursión en Gaza. Los hutíes cuentan con arsenales escondidos en las montañas.
Tal vez en esos escondrijos es donde tienen sus misiles, los que lanzan contra Israel y que la Cúpula de Hierro, el gran escudo defensivo antiaéreo israelí, se afana en interceptar junto a los demás proyectiles procedentes de todos los frentes.
La Cúpula de Hierro
Los israelíes tienen un poderoso sistema defensivo conocido como "Cúpula de Hierro" (Iron Dome), compuesto de cuatro capas o escudos.
En realidad, son diez lanzaderas que interceptan misiles. Probablemente sean más las que componen la primera capa defensiva pero las autoridades hebreas, por lógica, mantiene en secreto su capacidad defensiva real.
La estrategia iraní, para tener cierto éxito, debe destruir la Cúpula de Hierro (todas sus capas) y acto seguido lanzar su arsenal de misiles
Los israelíes tienen a sus cazas de combate dispuestos para interceptar lo que llegue al espacio aéreo de su País y se le haya colado a la cúpula o porque ésta quedara destruida.
Los escudos son tan caros porque Israel tiene demasiados enemigos así que no les queda más remedio que invertir en esa formidable defensa.
Puede que Irán tenga alguna sorpresa que mantenga en reserva para ser usada solo en caso de ataque israelí a sus instalaciones, como ha comunicado Tel Aviv que contempla.
Que se sepa, Irán no cuenta con misiles que superen los 2.200 kilómetros de radio. Aun así, el sistema “Arrow”, la capa más externa de la Cúpula de Hierro, intentará destruirlos.
Cada uno de los misiles que lanza el Arrow cuesta un millón de dólares.
Si algun misil o cohete de los numerosos enemigos de Israel esquiva el escudo, la segunda capa defensiva, llamada "Honda de David", estará preparada para alcanzarlos a 300 kilómetros de distancia.
Si hay misiles que eluden las dos primeras capas cuentan con serias probabilidades de que impacten ya que a tan corta distancia y a la velocidad que van es muy difícil destruirlos.
Los misiles que lanza la Iron Dome son los “Tamir” que miden tres metros y pesa cada uno 90 kilogramos con un coste superior a 40.000 dólares.
¿Sabéis cuando cuestan los cohetes que lanzan los de Hamas sobre el sur de Israel? Son los famosos “Qassam”, que tienen un valor de 1.000 dólares cada uno ya que son de fabricación casi artesanal.
Los más avanzados no superan los 17 kilómetros de distancia pero no son los que caen sobre Tel Aviv.
Para objetivos más lejanos, Hamas lanza los M-302 que pueden alcanzar un radio de 200 kilómetros.
Aun así, los Tamir solo interceptan el 90% de lo que cae sobre Israel con lo que una décima parte de esos cohetes consiguen impactar.
La amenaza real es que si se lanzan muchos a la vez los escudos defensivos no pueden alcanzarlos todos e Irán pudiera enviar otros detrás.
El sistema “Iron Beam” (en español sería algo así como “Haz de Hierro" – o Luz de Hierro –), al estilo de la Guerra de las Galaxias, está formado por dos láseres y un radar que guía el disparo.
Éste "haz" o rayo láser tiene un alcance de diez kilómetros. Ahora bien, cada disparo solo cuesta un par de dólares ya que hablamos de energía, no de un misil que previamente se ha de fabricar.
El sistema, en cambio, costó desarrollarlo más de mil millones de dólares, pero es fijo (no móvil) porque requiere de una importante fuente de energía constante.
No conlleva riesgos para la población civil porque el haz de luz láser se guía sin problemas mientras que un misil defectuoso pudiera caer sobre una zona residencial (lo cual ya ha pasado varias veces).
Israel está ultimando ese "Escudo de Luz" para que ayude a destruir todos los cohetes que llegan a sus ciudades si se lanzan de modo masivo. Constituiría su cuarta capa defensiva.
Lo que hace tan caras las armas láser es el software junto a la inteligencia artificial usada para que el disparo sea más efectivo. Y en eso, los israelíes van sobrados, pero se requiere de una sala operacional dotada de los más avanzados sistemas. Si además lo están poniendo en práctica en situaciones reales, no simuladas, les dota de una ventaja que no tienen las otras potencias que cuentan con sistemas láseres.
EEUU incluyó una financiación excepcional de 1.200 millones de dólares a Israel para invertirla en el Iron Beam. Apenas se ha usado, no estando plenamente operativo hasta 2025 o es lo que esperan.
Cada una de las lanzaderas de la Cúpula de Hierro puede disparar entre 60 y 80 misiles Tamir en el acto siendo rearmadas al instante si fuera necesario. El radar que llevan incorporado cubre un área de 150 kilómetros cuadrados.
La variante naval es conocida como "C-Dome": lanzadores instalados en las corbetas Sa´ar 6" de la Armada.
Como vemos, las lanzaderas de las distintas capas son móviles, por tierra y mar, así que pueden desplazarse a donde sean más necesarias. Ni que decir tiene que las bases militares se hallan permanentemente protegidas.
El presidente de la República Islámica de Irán presume de arsenal de misiles declarando en los medios de propaganda del Régimen que la Cúpula de Hierro es muy frágil asegurando que el 90% de los proyectiles iraníes alcanzaron sus objetivos.
Evidentemente, no hay quién se lo crea y, además, el único fallecido en su ataque masivo de octubre de 2024 fue un palestino, alguien de la comunidad que dicen defender.
Los críticos en Israel a los escudos defensivos por su elevado coste económico dicen que su eficacia es menor de lo que nos dice el Ministerio de Defensa o la empresa que los desarrolla y mantiene, Rafael Advanced Defense Systems. Hablan de entre el 70 y el 80%.
Vamos a hacer un poco de "guerra ficción" imaginando que el Eje de Resistencia lanza una masiva cantidad de misiles, de forma combinada y al mismo tiempo, sobre Israel.
3.000 misiles iraníes de todo tipo, 14.000 cohetes lanzados de modo simultáneo desde Gaza, Cisjordania y Líbano más los misiles que salgan de Yemen. Si añadimos los cohetes de las milicias dispersas por Irak y Siria pudieran dirigirse más de 20.000 proyectiles a Israel.
Vamos a darle a la Cúpula de Hierro, con todos sus Escudos funcionando al mismo tiempo, una eficacia del 80%, para no darle la razón ni al Gobierno israelí (que por lógica hará propaganda positiva) ni a la oposición.
El resultado sería 4.000 proyectiles que lograrían eludir los escudos antiaéreos e impactar en distintas poblaciones de Israel, algo que su Gobierno sabe que es posible.
La distancia entre las fronteras de Irán e Israel es de poco más de mil kilómetros, asequible para los misiles iraníes. Los Ghadr alcanzan 2.000 km, solo que una vez fijado el objetivo no puede cambiarse el rumbo para despistar los radares. Por lo tanto, esos misiles iraníes pueden ser interceptados sin problemas.
En cambio, los más modernos Emad pueden resultar "invisibles" a los radares solo que su alcance es menor pero suficiente para llegar a la capital israelí, Tel Aviv.
Los misiles “Kheibar Shekan” pueden portar cientos de kilogramos de carga explosiva. Su nombre significa “destructor de castillos”. No superan los 1.450 km de alcance, pero suficiente para llegar a Israel.
Los que menos alcance tienen son los Dezful, apenas mil kilómetros, siendo preferible lanzarlos desde Irak o Siria al ser países más próximos, de ahí la importancia de mantener la alianza con milicias iraquíes por parte de Irán.
Los misiles crucero son los que vuelan a muy baja altitud por lo que no son tan veloces como los balísticos. Aún con ello, en un par de horas estarían los "crucero" iraníes en territorio israelí, pero recordemos que los balísticos llegarían en solo un cuarto de hora.
Los misiles serían lanzados sobre todo contra las defensas terrestres, entiéndase los que consiguieran eludir el escudo antiaéreo. Al ser miles de misiles, varios llegarían. De hecho, hace unos meses impactó alguno contra la base aérea de Nevatim, donde Israel tiene sus F-35. Una de las pistas resultó dañada y también un avión de transporte militar C-130.
Israel tiene a su fuerza aérea en máxima alerta, como lo están los escuadrones de cazas de los Estados Unidos que les prestan apoyo.
Batalla en los cielos: las fuerzas aéreas
La Heyl HaAvir o Fuerza Aérea Israelí cuenta con 612 aviones de todo tipo, frente a 551 iraníes, pero no hay comparación.
Israel dispone de 241 cazas sofisticados: F-15, F-16 y F-35. Irán, en cambio, solo 186 que puedan considerarse "avanzados", entre los que destacan los Sukhoi Su-35. El resto de la flota de combate iraní son 126 aviones más antiguos, sobre todo MiG-29 y F-14.
La avanzada tecnología israelí ha dotado a sus F-35 de sofisticados sistemas de guerra electrónica
Los F-22 Raptor y F-35 Lightning II cuentan con una tecnología muy avanzada que incluye “invisibilidad”, entiéndase a los radares. Además, por ser más voluminosos tienen mayor capacidad armamentística y sus sensores lo detectan todo.
Un F-35 cuesta la friolera de 80 millones de dólares con lo que hay que pensarse mucho movilizarlos. Resulta más práctico enviar a los F-16 que tienen una mecánica más simple pero son muy efectivos. Su maniobrabilidad les hace únicos en combate y además cuestan menos dinero.
Los F-15 Strike Eagle llevan bombas destructoras de búnkeres e Israel no tendría problemas en reabastecerlos de combustible en vuelo. Ya lo han hecho cuando atacaron a los hutíes en Yemen, a 2.000 kilómetros de distancia. Sin duda, sirvió también como advertencia para Irán: da igual lo lejos que esté el enemigo, Israel tiene capacidad para llegar donde sea.
Los norteamericanos han puesto al servicio de Israel tres escuadrones de F-15E Strike Eagle, F-22 Raptor y los siempre prácticos F-16 y A-10.
EEUU ha desplegado dos portaaviones cerca del conflicto, por si acaso: el USS Abraham Lincoln y el USS Harry S. Truman, con sus poderosos F/A-18E/F Super Hornet y cazabombarderos AV-8 Harrier. Lo malo es cuando se les ponen delante un enjambre de drones por lo complicado que resulta sortearlos al ser demasiados.
Irán ha desarrollado un número casi infinito de aparatos no tripulados ya que son mucho más económicos pero muy eficaces pues vuelven locos los radares. Al ser tantos resulta difícil esquivarlos o interceptarlos todos.
Los escuadrones combinados de F-15E y F-16 han podido hasta ahora con los drones que Irán envía en ocasiones a Israel. Lo que sucede es que la República Islámica cada vez manda enjambres más numerosos. Pareciera que estuviesen comprobando cuántos son capaces de enfrentar sus enemigos. Si derriban ochenta, como sucedió en abril de 2024, envían cien la siguiente vez.
La ciudad israelí de Haifa, en el norte del País, conoce bien esos enjambres de drones porque Hezbolá los envía en ocasiones contra su población, logrando impactar docenas de ellos e incluso herir a personas (a veces resulta alguien muerto).
Aparte del modelo que veis arriba Irán cuenta con la variante 238, más avanzada y tiene muchos, demasiados (los 136 son los que usan los rusos en Ucrania). Pueden transportar una carga de 40 kilogramos de explosivo.
La gran batalla terrestre
Pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Apocalipsis, 16, 14
Continuando con nuestro ejercicio de guerra ficción, imaginaremos ahora una gran batalla.
Habréis visto, leído u oído apologética bíblica mencionando el Apocalipsis y asegurando que lo profetizó. Cada cual puede creer lo que quiera pero lo cierto es que se trata de un Libro del Nuevo Testamento luego no es aceptado por los judíos sino por los cristianos.
Los musulmanes sí contemplan esa "profecía" bíblica llamándola Al-Malḥamat Al-Kubrā que significa "La Batalla Más Grande", recogida en el Hadith islámico (recopilación de los dichos y hechos del Profeta Mahoma).
Lo que dice es que musulmanes y cristianos se enfrentarían después de haber luchado juntos frente a un enemigo común.
Teniendo en cuenta que la guerra que se está librando en Oriente Medio tiene cierto cariz religioso, no es descartable que alguno de los fanáticos que gobiernan Irán e Israel se dejen llevar por la escatología.
Irán ha llamado a la guerra santa o Yihad a todas las naciones islámicas
Tanto los rígidos oligarcas iraníes chiíes como las autoridades ultraortodoxas judías se ven como abanderados de sus respectivas religiones. De hecho, Netanyahu declaró en comunicado oficial tras la muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, que "con la ayuda de Dios, juntos venceremos".
En la profecía bíblica se dice que la batalla sería cerca del río Eúfrates, el cual atraviesa Siria e Irak.
Si nos ceñimos a la estrategia militar lógica desprovista de connotaciones mesiánicas (tanto cristianos como musulmanes creen que tras la batalla del fin de los tiempos regresará Jesús), resulta improbable que suceda.
Digamos mejor que lo improbable sería la invasión de uno u otro país a cargo del bando contrario.
Los soldados iraníes tendrían que atravesar Irak y Siria donde hay bases militares de los Estados Unidos además de que serían atacados continuamente por los cazas israelíes y norteamericanos. Por lo tanto, sus fuerzas llegarían a Israel Diezmadas.
Resulta más probable que Irán mantenga su ejército de 610.000 soldados en su territorio por si son ellos los invadidos, algo más factible pero solo si EEUU ayudara.
¿Será Irán el enemigo común al que se refiere la profecía islámica? Sus adversarios se cuentan entre países cristianos, los propios judíos y también Estados islámicos.
El Régimen de los Ayatolás movilizaría su reserva de 350.000 soldados entrando en acción la temida Guardia Revolucionaria Islámica con sus 220.000 efectivos.
Israel por sí solo, sin ayuda norteamericana, no invadirá Irán porque se vería en la misma tesitura: cruzar Siria e Irak.
Las emboscadas serían continuas, amén de terrenos minados por doquier.
Los israelíes no solo tendrían que luchar contra las milicias, también contra los grupos terroristas que aún campan a sus anchas en esos lugares.
Por lo tanto, resulta improbable que Israel lance su ejército contra Irán.
El Estado hebreo dejaría su ejército defendiendo sus fronteras ya que son demasiados los enemigos que les acechan por todos los flancos. Junto con su Reserva, Israel puede movilizar más de 644.000 soldados.
Si han de realizar un ataque de largo alcance - aunque resulta muy remota la posibilidad -, echarían mano de su arsenal nuclear pues posee unas ochenta ojivas (que se sepa ya que es todo un secreto de Estado pues pudieran ser menos o más). Ahora bien, el uso de armamento nuclear es la última opción.
Tendría que verse la nación israelí atacada por todas partes, que su cúpula defensiva quedara destruida y por lo tanto sus ciudades alcanzadas y sin la protección estadounidense. Dicho escenario es imposible hoy en día pero no olvidemos que en la guerra todo puede suceder. De todos modos, es más factible que usen sus misiles de largo alcance Jericó III, con una gran carga explosiva pero no nuclear.
Lo curioso es que Israel no ha firmado el TNP (Tratado de No Proliferación de Armas Atómicas) y en cambio Irán sí.
Antes que un ataque nuclear, que repito es muy poco probable, porque además el Mundo entero se echaría sobre Israel ya que los arsenales nucleares solo tienen función disuasoria, sí que cabe la posibilidad de un enfrentamiento directo. Pero no sería en Irán o Israel, por los riesgos que conlleva una invasión, como he adelantado antes.
Jordania no permitirá nunca a Israel que sus tropas atraviesen territorio jordano para llegar a sus enemigos porque no deja de ser un país árabe y la comunidad islámica no se lo perdonaría. Distinto es que derriben drones iraníes que sobrevuelan su espacio aéreo porque se sientan amenazados (más por la respuesta israelí que iraní)
Israel no necesita la ayuda jordana ya que cuenta con frontera con Siria a través de los Altos del Golán donde tienen instalaciones militares propias por ser una zona ocupada por el Estado judío. De hecho, la Fuerza Aérea israelí ataca en ocasiones posiciones de Irán en ese País.
Aparte, determinados grupos terroristas sirios se han unido al Eje de Resistencia coordinado desde Teherán para lanzar cohetes desde sus posiciones contra Israel, al estar más próxima Siria que Irán.
Lo que sí pudiera suceder es que los dos grandes ejércitos se encuentren en un lugar intermedio entre sus respectivos países porque ocurra algo que lo motive. En ese caso, sí que pudiera librarse una gran batalla en Siria o Irak.
¿Cuál sería el casus belli que activara ese gran despliegue terrestre? Como estamos haciendo guerra ficción pero imaginando eventos probables, establecermos como posible causa del enfrentamiento la decisión israelí de castigar a las milicias sirias (o iraquíes) aliadas de Irán. Es perfectamente coherente imaginarlo puesto que ya lo han hecho con los hutíes, así que no debiera extrañar que lanzaran un contingente importante contra una alianza de esos grupos armados, encontrándose con ellos en algún lugar de la frontera entre Siria e Irak.
Teniendo en cuenta que Israel e Irán se hallan en situación de guerra fría, se puede liar en cualquier momento por cualquier motivo.
Irán decide mandar otro contingente en apoyo de las milicias. Israel manda más tropas y material, terminando por concentrarse dos grandes ejércitos en la zona. Saben que el ganador de la batalla podría después asestar un golpe de gracia contra el otro para eliminar de una vez la amenaza.
Comparemos primero sus respectivas fuerzas totales:
Visto lo anterior, pareciera que Irán pudiese darle la del pulpo a los israelíes pero no es tan simple como reducirlo a cifras. Debemos también tener en cuenta la sofisticación de las Fuerzas Armadas de uno y otro país. Un tanque de última generación será más esquivo pero también más efectivo y potente que los modelos más desfasados.
Si un ejército cuenta con más vehículos o aparatos de lo que sea (aviones, baterías de artillería, drones, etc.), el ejército enemigo, por muy moderno que sea, puede verse desbordado y, por consecuencia, aplastado.
Los tanques iraníes son obsoletos la mayoría frente a los más modernos israelíes pero Irán tiene muchos más
Por muy avanzados que sean los blindados hebreos, si desde Irán pueden mandar dos vehículos pesados contra cada uno de los que mande Israel, éstos últimos no lo tendrán fácil.
Deberá entrar en juego la pericia estratégica de los comandantes que dirijan las operaciones sobre el terreno.
Imaginemos al ejército israelí que se ha desplegado en Siria:
25.000 vehículos blindados de todo tipo
500 tanques para darles protección y entrada en combate posterior
150.000 soldados
100 piezas de artillería remolcada
300 unidades de artillería autopropulsada
150 lanzadores múltiples
Un escuadrón de Helicópteros
Israel solo tiene tres escuadrones de helicópteros de combate (el último se acordó con EEUU este mismo año), de la clase AH-64 Apache de la compañía Boeing. Por lo tanto, dejaría en retaguardia dos escuadrones.
Ni que decir tiene que los cazas de combate sobrevolarían el campo de batalla ficticio del que hablamos por si apareciera alguno iraní pero dificilmente atacarían para no dañar a las fuerzas terrestres propias.
Cualquier País de Oriente Medio que viera semejante contingente acercarse a sus ciudades, con el consiguiente apoyo aéreo, buscaría firmar la paz.
Cualquier País, menos Irán.
El Régimen de los Ayatolás llamaría a la guerra santa (ya lo ha hecho) y consideraría esa batalla como la del final de los tiempos con lo que convocaría - de nuevo - a cuantas naciones islámicas quisieran apoyarles, y es probable que alguna acudiera.
Vamos a imaginar que no se atreve nadie por temor a la intervención de los Estados Unidos (que sería muy probable) y los iraníes se quedan solos.
Sin duda, enviarían el doble de efectivos que Israel pues tienen capacidad terrestre como para ello. Podrían mandar a ese hipotético encuentro:
50.000 blindados
1.000 tanques
300.000 soldados
1.000 piezas de artillería remolcada
300 unidades de artillería autopropulsada
300 lanzadores múltiples
Un escuadrón de helicópteros
De tenerlos operativos, Irán enviaría a esa gran batalla los helicópteros Mil Mi-28N que adquirió a los rusos, dotados de aparatos para el combate nocturno.
Pueden alcanzar una velocidad de 320 kms/h. Su autonomía de vuelo (entre repostajes) es de dos horas. Su dotación es un cañón con 250 cartuchos, misiles antitanque guiados y cohetes junto a misiles aire-aire.
Los Apache israelíes, del modelo AH-64E son menos veloces, alcanzando 279 kms/h pero su sistema electrónico y de conexión es más avanzado que el aparato iraní.
Están dotados de misiles de largo alcance, cohetes, sistema de disparo láser y cañones de cadena. Solo verlos ya intimida.
En esa batalla hipotética los drones jugarían un papel decisivo pues pueden alcanzar los 600 km/h. Les darían mucho trabajo a los helicópteros y a los blindados pudiendo marcar una diferencia en el desarrollo del combate: que la artillería de uno u otro contendiente quedara desprotegida.
Si la batalla la perdiera Irán y se le ocurriera a Israel invadirles (gran error) porque contara con la ayuda de la Quinta Flota de los Estados Unidos llevando a cabo una paralela invasión desde el Golfo Pérsico, los iraníes no se habrían quedado desguarnecidos.
Podrían enfrentarse a su enemigo con otros 25.000 vehículos blindados, más de 900 tanques, otro millar de piezas de artillería remolcada, 280 unidades autopropulsadas y 445 lanzadores múltiples de cohetes. Aparte, aguardarían en sus puestos de retaguardia o vigilancia fronteriza un ejército de 650.000 soldados, más la Guardia Revolucionaria.
Así que Israel, cuyo ejército quedaría maltrecho, aunque ganase la batalla, “solo” avanzaría hacia Irán con 13 o 14.000 blindados (tendría que dejar al menos 8.000 en retaguardia), contando los que sobrevivieran y los refuerzos llegados desde la retaguardia.
Para no dejar su propio País desprotegido, dejarían 500 tanques, reservando 300 para la invasión que pudieran ser 400 con lo que se salvara de la batalla, acompañados de 150 piezas de artillería remolcada (dejarían 50 en retaguardia) junto a 300 autopropulsadas, quedando otras cien para la defensa de Israel. En cuanto a los lanzadores múltiples de cohetes, Israel solo dispondría de 150 (dejando otros 50 en Israel).
Con respecto al número de soldados, a pesar de las elevadas bajas que sin duda se producirían en la batalla, tal vez Israel pudiera movilizar 100.000 para la invasión de Irán.
He sido generoso con las cifras pero aún así no me salen las cuentas. Quiero decir que es un contigente insuficiente para acometer una empresa tan compleja y peligrosa como la invasión de Irán. Por lo tanto, no sería recomendable, más bien todo lo contrario: las fuerzas supervivientes de la batalla deberían regresar a Israel. Las necesitarían para mantener la ocupación de Gaza, el sur del Líbano y tal vez una franja del territorio sirio junto a los Altos del Golán que compensara el esfuerzo bélico.
No hablo de una posible invasión iraní de Israel si ganaran la batalla en Siria porque ellos seguro que sí quedarían muy maltrechos interesándoles más que los efectivos supervivientes regresaran cuanto antes a su País.
Por lo tanto, ese gran combate directo entre las dos naciones que tanta animadversión se profesan solo serviría para agrandar el ego del que resultara victorioso porque ninguna de las dos remataría la faena lanzándose sobre el territorio de la otra. Les preocuparía más reconstituir sus defensas ante nuevos posibles ataques.
Olvidémonos de sus respectivas fuerzas navales porque ni son destacables ni hay escenario posible para que se enfrenten. En todo caso, Irán sí pudiera tener que hacerle frente a la poderosa V Flota.
Consecuencias globales: la guerra del Armagedón
Usar el término "Armagedón" para referirse a una guerra o batalla apocalíptica es un recurso muy usado últimamente por los medios de comunicación, como dije en el epígrafe anterior con "Apocalipsis".
Algunos mandatarios hablan también de un posible Armagedón si se recrudece o empeora la situación en Oriente Medio y otras zonas del Mundo.
En realidad, Armagedón señala una ubicación geográfica donde se libraría la gran batalla entre las fuerzas del Bien y las del Mal según la profecía bíblica.
Se trataría de un sitio del que nadie tiene muy clara su ubicación aunque algunos exégetas lo identifican con la ciudad de Meggido debido a que la palabra deriva del hebreo Har Megiddon, un enclave al norte de Jerusalén, camino de Siria. Era la ruta que los ejércitos del Egipto de los faraones seguía hacia sus posesiones en el corredor sirio-levantino.
En los tiempos actuales, en el mundo de cultura occidental y cristiana, la palabra Armagedón se asocia con todo lo apocalíptico y relacionado con el fin del Mundo. Y, como no, también se ha usado al referirse a lo que está sucediendo en Oriente Medio.
Como decía en el epígrafe anterior, una invasión del ejército vencedor en esa batalla ficticia que hemos ideado analizando como sería un enfrentamiento directo entre Irán e Israel, no sería buena estrategia.
Primero, porque apenas les quedarían fuerzas para emprenderla, mucho menos Israel porque Irán es un País muy grande con lo que no podrán asumir la invasión.
Por otro lado, ni Estados Unidos ni Rusia permitirían que sucediera porque saben que la cosa se les pudiera ir de las manos y aquello no es Ucrania (lamentablemente para los ucranianos).
La diferencia que marca el conflicto en Oriente Medio con la guerra en Ucrania es que en el primer lugar hay mucho petróleo y en Ucrania no.
Desde el Golfo Pérsido, que se vería envuelto en la contienda, salen millones de barriles diarios de Arabia Saudita, Irak, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, así que la producción de crudo se vería comprometida.
Los Estados Unidos, sí o sí, ayudarán a Israel a interceptar los misiles y drones que lancen contra el País como llevan haciendo desde el comienzo del conflicto. Y no solo estadounidenses, también los británicos pero muy distinto sería respaldarles en una posible invasión porque a los mandatarios israelíes se les ocurriera expandir sus fronteras.
Una cosa es la defensa de un territorio de Israel y otra muy distinta colaborar en un ataque innecesario que perjudique a la economía mundial.
¿Por qué si no creéis que se envía dinero y material a Ucrania para que se defienda pero no para que ataque a Rusia? Porque Occidente y los países ricos saben bien hasta donde llegar y que líneas no traspasar.
EEUU, el Reino Unido e Israel colaboran en la coalición internacional denominada “Guardianes de la Prosperidad” contra los hutíes pero hay una justificación que la comunidad internacional acepta.
La misión intenta garantizar la protección de los barcos mercantes que surcan el Mar Rojo, aunque, como se ha podido comprobar, los hutíes continúan con sus ataques.
El Reino Unido ha cancelado una decena de licencias de vendedores de armamento para quedar bien ante la galería internacional, tan crítica con Israel. Por lo tanto, comienzan a tener reticencias con respecto al uso de las armas que les venden, por si son usadas solo para atacar y destruir (como sucede en Gaza).
De todos modos, se cuentan por cientos el resto de licencias británicas que continúan adelante así que un embargo de Londres al Estado hebreo no se contempla.
La Armada de Israel ya ha interceptado drones y misiles lanzados por los hutíes desde Yemen así que bien pudiera desplegarse en el Mar Rojo para eliminar esa amenaza de una vez por todas. Cuenta con cinco submarinos y siete corbetas más medio centenar de otras embarcaciones, incluyendo patrulleras de desembarque.
Pero no habrá un desembarco israelí en Yemen porque los egipcios no permitirían a Israel atravesar el Canal de Suez para llegar al Mar Rojo.
Por lo tanto, reiteramos que la fuerza naval israelí está para salvaguardar la seguridad de sus costas únicamente ya que poco más puede hacer. Lo lamentable es que no pudo prever ni proteger a la población del sur cuando fue masacrada por Hamas en octubre de 2023. Recordemos que muchos terroristas llegaron a sus objetivos por mar, en lanchas.
La Armada española sí pudiera defender a Israel o colaborar con dicho País ya que tiene capacidad para bordear África y hacer frente a los hutíes pues cuenta con un portaaeronaves y nada menos que once fragatas. Israel no tiene ni lo uno ni lo otro y es que la Armada española casi triplica en buques a la de Israel.
Pero los Gobiernos de Israel y España no se llevan nada bien desde que el presidente español reconoció al Estado palestino y pidió a Netanyahu frenar en su escalada militar en Gaza. Se lo soltó a la cara, en su propia casa (se lo dijo en visita oficial a Israel) cuando estaba aún reciente la masacre del siete de octubre de 2023. Sentó tan mal que el primer ministro israelí casi rompe las relaciones entre los dos países.
Aún con lo anterior, España, como Estado miembro de la OTAN, mantiene de forma permanente una fragata de su sofisticada serie F-100, realizando relevos cada seis meses, en el despliegue de la Alianza Atlántica en el Mediterráneo Oriental.
Por su parte, la Marina de los Estados Unidos cuenta con dos formidables destructores en el Mar Rojo con misiles guiados, pertenecientes a la Sexta Flota, la que patrulla el Mediterráneo, el Mar Negro y el Atlántico Occidental.
Una de sus bases navales clave – de las más importantes a escala mundial de la US Navy – se halla en España, la de Rota.
Los británicos también mantienen un destructor, una fragata y buques de apoyo como el que veis en la foto superior, más aviones tanto de reconocimiento como de combate por toda la región.
A pesar de las críticas que recibe Netanyahu por su desproporcionada intervención militar en Gaza, al primer ministro israelí no le faltan amigos.
Me he referido antes a las ventas de Alemania de armas. En 2023 el montante ascendió a 326 millones de dólares. También les venden Italia, Paises Bajos, Canadá y Australia.
Por lo tanto, parece que las consecuencias globales del conflicto entre Israel e Irán afectarán más a los segundos que muy probablemente se vean solos tras la guerra, porque ni tienen tantos amigos como Israel (ni siquiera entre países islámicos), ni tantos recursos.
Lo malo de quiénes se ven acorralados y en las últimas es que si no son personas equilibradas, reconociendo sus errores y buscando solucionarlos antes de que la situación vaya a peor, puede suceder lo contrario.
Los desequilibrados, entre los que incluyo a los extremistas, pueden optar por una huída hacia delante arremetiendo contra todo y todos porque crean que no tienen otra salida, pensando: "Ya que me vengo abajo, arrastro conmigo a los que pueda".
El Régimen fundamentalista de los Ayatolás iraníes pudiera considerar esa huída hacia delante esperando una gran victoria que "vender" después: la confirmación de que su perspectiva de cómo debe ser el Mundo es la correcta.
Sin duda, los Estados Unidos, garantes de la paz mundial por la responsabilidad que tienen asumida como gran superpotencia, debe presionar a Teherán para que desistan de sus intenciones, sean las que sean.
Al mismo tiempo, han de recordarle a Netanyahu y sus socios de Gobierno más radicales que no son nada sin el apoyo norteamericano.
¿O es al contrario?
La Banca internacional y muchas grandes empresas que cotizan en los más importantes mercados bursátiles tienen inversores judíos. No pocos de ellos han ocupado altos cargos de la Administración USA.
El famoso lobby judío está formado por numerosas organizaciones proisraelíes entre las que destaca el AIPAC (American Israel Public Affairs Committee) cuya principal actividad es favorecer las relaciones entre los Estados Unidos e Israel.
En 2005 se descubrió una trama por la que un analista del Pentágono pasó información sensible a destacados miembros del AIPAC. Desde entonces se alimentó la sospecha de que los vínculos con la Casa Blanca son muy fuertes, sobre todo cuando es ocupada por un republicano.
El AIPAC desmiente vínculos con los Servicios de Inteligencia o Defensa considerándose una asociación sin ánimo de lucro aunque cuenta con un comité de acción política que recauda fondos para el candidato que consideren más idóneo.
Se declaran como una organización bipartidista sin estar asociada a ninguna de las dos grandes formaciones políticas estadounidenses pero la verdad es que se alimenta sobre todo de simpatizantes republicanos.
En definitiva, el lobby judío ejerce una enorme influencia en la política de la gran superpotencia lo que les convierte en muy poderosos a escala mundial así que Irán lo tiene muy crudo si no depone su actitud belicista.
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