La organización terrorista ETA ha publicado una nota hoy en los diarios en los que habitualmente lo hace, de línea abertzale (extrema izquierda vasca), pidiendo perdón por el daño causado.
Quedan quince días para que se produzca su disolución definitiva, que tendrá lugar en Bayona (Francia), según la hoja de ruta que se planificó en su momento. Consideran que el sufrimiento ha sido desmedido habiendo de todo: muertes, heridos, secuestros y personas que han tenido que huir. Reconocen que cometieron errores de cálculo en el pasado y se lamentan de lo sucedido a lo largo del último medio siglo, desde los inicios de la banda terrorista.
Pero estos etarras de nuevo cuño que ahora se muestran arrepentidos siguen creyendo que en el País Vasco se vive un conflicto con el Estado español y encuadran sus acciones terroristas pasadas dentro de un marco de resistencia armada. Sin embargo, la realidad es que cometieron abominables atentados para los que no hubo justificación ninguna. Se lamentan de que los heridos con traumas y secuelas irreversibles estén sufriendo tanto, pero sigue excusándose en que hubo también actos deplorables por parte de los Cuerpos de Seguridad y del Gobierno español de turno que los dirigía, acusándoles de cometer también terrorismo de Estado. Opinan que si hubiera existido libertad en el País Vasco, probablemente nada de todo eso hubiera sucedido. Quieren con ello trasladar la pelota de la responsabilidad al tejado del Estado español, lo cual es inaceptable.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) les echa en cara que no hagan autocrítica ni asuman responsabilidades sus individuos más sanguinarios por las muertes que tienen sobre sus hombros. Según la AVT, lo que los terroristas deben hacer es desmantelar la infraestructura que aún conservan, entregar el arsenal que todavía obra en su poder y colaborar con la Justicia esclareciendo los casos aún sin resolver (los familiares de 379 víctimas mortales, cuyos asesinatos no fueron resueltos, claman por que se haga justicia).
En el comunicado, los portavoces encapuchados de ETA dicen que ellos siempre han reivindicado sus acciones, pero se le han atribuido atentados que ellos no cometieron y que colaborarán para que se sepa la verdad; habrá que verlo. En este contexto, la banda ETA nos hace creer que se está haciendo un harakiri público cuando en realidad está lavando su imagen dividiendo las víctimas entre personas que no tenían nada que ver con el “conflicto” y el resto. Se olvidan estos impresentables de que esos agentes de la Ley lo que intentaban era evitar más muertes encontrando muchos de ellos la suya propia a manos de una organización que deseaba imponer una dictadura abertzale radical en el País Vasco. Guardias civiles y otros Cuerpos militares, policías nacionales y agentes de diferentes Fuerzas policiales, políticos demócratas, servidores de la Justicia y tantos otros, hasta 829 víctimas mortales más muchos heridos y horribles traumas psicológicos ha sido el terrorífico legado de una organización criminal que, derrotada, ahora quiere vendernos que está arrepentida.
Si verdaderamente estuvieran arrepentidos no distinguirían entre sus víctimas, entre las que también hubo periodistas que informaban de la verdad de lo que sucedía en el País Vasco, en los peores momentos del terrorismo, y empresarios que se negaban a pagar el llamado “impuesto revolucionario” que ETA obligaba a satisfacer si no querían ser asesinados o secuestrados.
Ahora, el resquicio que todavía queda de la banda se ve acorralado, con la única salida de aprovechar el éxito de su facción política que le reporta muchos más beneficios, incluso económicos, que la lucha armada. En sus mejores momentos, ETA no pasó de un 15% de apoyo popular; actualmente, los grupos abertzales acaparan más del 21% del electorado vasco.
Los grupos abertzales han logrado mucha mayor influencia en la Sociedad vasca, por la vía política y democrática, en pocos años, de la que ETA con sus atentados y extorsión durante décadas.
Su disculpa no es hacia todas sus víctimas
Aunque piden perdón también a sus víctimas de fuera del País Vasco que consideran fueron fortuitas ya que desde su óptica nada tenían que ver con el conflicto vasco, en realidad ninguno de sus muertos y heridos tenían culpa de nada en absoluto. Ciertamente los ciudadanos vascos son los que más sufrieron, del mismo modo que con el terrorismo yihadista los que más sufren son los Países islámicos. En uno y otro caso, los extremistas desean imponer sendas dictaduras en territorios que dicen querer salvar de la iniquidad. Pero la mayoría de vascos y vascas recordarán cuando en cada edificio de viviendas, en las décadas de los 80 y 90, había un espía de ETA que tenía amenazados a todos los vecinos; si no asistían a las manifestaciones convocadas por el entorno político de ETA, esos agentes del terror les señalaban siendo amenazados con sufrir las consecuencias de no seguir los preceptos de la organización terrorista. El mismo proceder que sufrieron los que vivieron bajo el yugo de las dictaduras comunistas satélites de la Unión Soviética: un agente del Gobierno en cada comunidad de vecinos para espiarles y saber quiénes criticaban al poder impuesto o no secundaban sus mandatos.
Los portavoces de la Fiscalía aseguran que no se ablandarán con este tipo de manifestaciones ya que el objetivo ahora es descubrir la verdad sobre los cientos de casos no resueltos de sus acciones violentas, por respeto a las víctimas y sus familias. Aunque haga siete años que cesaron en su actividad armada, son numerosos los sabotajes y crímenes que siempre se sospechó habían sido obra suya pero que por falta de pruebas no se pudieron demostrar o no se dio con los asesinos.
Uno de los párrafos que más críticas ha suscitado es el siguiente: Las generaciones posteriores al bombardeo de Gernika heredamos aquella violencia y aquel lamento, y nos corresponde a nosotros y nosotras que las generaciones venideras recojan otro futuro.
ETA justifica su creación como respuesta hacia quiénes bombardearon la localidad de Gernika, en la Guerra Civil española, pero muchos grupos opositores se enfrentaron a la dictadura del General Franco, vencedor de la contienda y lo hicieron tanto en el exilio como dentro de España sin necesidad de matar a nadie. Con los años y a fuerza de pasos cortos pero progresivos, nunca regresivos, consiguieron que la dictadura de extrema derecha se derrumbara instaurando un Régimen democrático en una transición política considerada en todo el Mundo como referente y ejemplar.
La organización criminal dice buscar la "reconciliación” con la que "cerrar heridas" pero siempre refiriéndose a la sociedad vasca, nunca al conjunto de España, que vivió con terror décadas en la que incluso ir a la playa daba miedo ya que ETA amenazaba con atentar en cualquier punto del litoral español. Cometieron atentados indiscriminados por toda la geografía española y el suroeste francés, pero a ellos no les pide perdón. No se lo pide a los numerosos niños muertos en sus deplorables acciones, a las personas que simplemente acudían a su trabajo, paseaban o compraban en un centro comercial y morían por un estallido o por un tiro en la nuca. No, estas personas no se merecen las disculpas de ETA y por ello no les pide perdón; debieran haber explicado a qué víctimas se refieren cuando dicen que eran indirectas, aunque da igual porque serían explicaciones vacías.
Aseguran sentirse apenados "a consecuencia de errores o decisiones erróneas" que provocaron víctimas "que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella". Pero ¿acaso son culpables de algo los guardias civiles que vivían con sus familias en casas-cuarteles? Y, sin embargo, tanto ellos como sus esposas e hijos caerían en varios atentados masivos de ETA. Como tampoco eran participantes en ese pretendido “conflicto” inexistente ninguna de las víctimas tanto dentro del País Vasco como fuera ya que los únicos que provocaron terror en el País Vasco fueron los etarras, nadie más.
Reconozcamos todos la responsabilidad contraída y el daño causado. Pese a no tener ni el mismo punto de vista ni los mismos sentimientos, todos deberíamos reconocer, con respeto, el sufrimiento padecido por los demás
Extracto de la nota de ETA
ETA es la única causante de tanto dolor
La diferencia está en que la única responsable de aquella pesadilla que se alargó décadas fueron ellos. ¿Hubo juego sucio por parte del Estado español? Desde luego, la creación de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), financiados con fondos del Estado cuando eran mercenarios a sueldo es un episodio oscuro de la Historia reciente de España, en los tiempos en los que gobernaba el socialista Felipe González. Inadmisible cuando lo lógico hubiera sido dotar de suficientes medios a los Cuerpos de Seguridad del Estado que estuvieron siendo destinados durante años a un verdadero matadero, de modo forzoso ya que al carecer de recursos con los que protegerse eficazmente eran objetivos de primer orden de la banda terrorista. Cobraban más por hallarse en una zona conflictiva, pero de ninguna manera compensaba el daño sufrido en cuarteles que carecían de suficientes medios técnicos de protección, donde los hijos de guardias civiles y policías nacionales preferían repetir curso para que no les cambiasen de centro cuando pasaban de la educación general básica al bachillerato ya que ese cambio les alejaba del cuartel. Los agentes preferían ir solos al País Vasco y Navarra, también asolada por el terrorismo de ETA, dejando a sus familias en sus lugares de origen, para evitarles vivir un verdadero infierno. Las esposas que, resignadas, tomaban la heroica decisión de acompañarles sufrían severas depresiones al comprobar como no podían salir de los cuarteles ni para comprar, por lo que se instalaban economatos en los mismos.
El vacío hacia estas familias era tal que llegaba a asfixiar. Pero lo cierto es que la mayoría de los vascos vivían consternados esta situación. Muchos hubieran querido ayudarles, brindarles su apoyo, pero vivían también ellos y ellas bajo el yugo del miedo. Un simple gesto de simpatía hacia un funcionario del Estado que fuera visto por alguno de los numerosos espías de ETA supondría sufrir terribles consecuencias. Los vascos y vascas veían como salir de vacaciones a cualquier lugar de España era un vía crucis, parados constantemente en las carreteras para controlarles por el simple hecho de ser del País Vasco o ser mirados con recelo allá donde fueran.
Con todo, albergo la esperanza de que definitivamente ETA desaparezca de nuestras vidas para siempre, pero si para ello tenemos que olvidar, yo no lo haré, lamentablemente, porque viví su dictadura del terror en primera persona. Es más, abogo por que sigan investigándose todos esos casos no resueltos para que no queden impunes, siendo esto último lo que desean los etarras ya que sus autores están sueltos, campando a sus anchas temiendo que se les detenga. Pero, por supuesto, también contribuiré, en la medida de lo posible como así espero que hagamos todos, en especial las instituciones públicas responsables y la Sociedad en su conjunto, en la construcción de un nuevo País Vasco sin miedo y sin bombas. ETA fue la que lo destruyó y es ETA la que más debe hacer para que vuelva a ser ese magnífico lugar del Mundo que ha sido realmente siempre y el mejor modo es no regresar nunca más.
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