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Foto del escritorAdolfo Estévez

Cómo erradicar la violencia de género (y II)

Actualizado: 9 nov 2022

El teléfono 016 ha demostrado ser de gran utilidad pero se requieren más medidas para solucionar el problema

Mano tapándose la cara
La violencia contra las mujeres va en aumento

Existen varios mecanismos para solucionar o por lo menos aliviar la enorme presión a la que están sometidas las víctimas de la violencia machista. No debe olvidarse que no pocas veces hay menores de por medio que sufren tanto o más.


En el presente artículo explicaré cómo funciona el teléfono 016, exclusivo para la atención a mujeres maltratadas y que incluye la posibilidad de comunicarse por Whatsapp.


Aclararé las diferencias entre violencia de género y doméstica. Veremos cómo el hecho de que una mujer cuente con abundantes recursos no le libra de la posibilidad de sufrir agresiones.


Explicaré también cómo actúan los diferentes resortes del sistema y a quiénes pueden dirigirse otras víctimas de violencia doméstica como son los hombres, transexuales o menores.


Concluiré con una serie de recomendaciones que pueden ser útiles y un anexo de teléfonos de ayuda.


El teléfono 016

Mujer sosteniendo un teléfono móvil
Toda mujer que sufra malos tratos cuenta con el teléfono de ayuda 016

Cumpliendo con lo acordado en el Convenio de Estambul, los medios habilitados por la Administración para proteger y asesorar a las víctimas incluyen un servicio que ha demostrado ser de gran utilidad: el número de teléfono 016, exclusivo para las mujeres que sufren violencia de género.


No entraré en detalles sobre cuándo se constituyó ni quiénes tuvieron la idea; esos datos no les interesan a las mujeres que requieren de sus servicios; iré directo al grano.


Si una mujer que sufre malos tratos se viera imposibilitada en un momento dado para hablar (por ejemplo, porque no quiera que le oigan), se le ofrece la posibilidad de comunicarse por WhatsApp, el servicio de mensajería instantánea más utilizado del Mundo.


Puede hacerlo contactando con el teléfono 600 000 016; no admite llamadas, solo mensajes.


Pudiera ser que sencillamente le cueste menos esfuerzo comunicarse por escrito; le sucede a muchas personas, prefiriendo escribir que hablar. Es por ello que la mensajería instantánea, además de rápida para las emergencias, evita que las mujeres más tímidas no quieran hablar.


También es útil si la mujer que corre riesgo tiene alguna deficiencia auditiva o del habla, pudiendo llamar (si no dispone de WhatsApp) al 900 116 016 y comunicarse también vía sms o usar el correo electrónico habilitado: 016-online@igualdad.gob.es


Las mujeres extranjeras tampoco tienen problema para entenderse con los asesores porque cuenta con una aplicación de traducción simultánea.


Cuando las víctimas no se atreven a llamar o desconocen la existencia de estos servicios de ayuda, deben ser familiares o allegados quiénes lo comuniquen; ayudarles, en definitiva.


De hecho, en cientos de ocasiones, son amistades o parientes, incluso colegas de trabajo (si es el entorno en el que se ha producido la agresión), al haber sido testigos o llegar a su conocimiento, quiénes llaman al 016.


También se producen llamadas anónimas, aunque pocas, que avisan de un caso de maltrato. No dan sus datos personales, por lo general, por miedo hacia la reacción del agresor cuando se entere de qué se le ha denunciado.


Debe aclararse a las víctimas que, si temen que una llamada que hagan pudiera ser detectada por su pareja maltratadora, se queden tranquilas puesto que las llamadas al 016 no figuran en la factura telefónica (de eso se trata, de garantizar la plena confidencialidad de la víctima). De todos modos, la víctima debe asegurarse de borrar el registro del dispositivo móvil.


Pueden llamar a cualquier hora del día o la noche. Si lo que cree la víctima es que necesita atención médica inmediata por alguna agresión ya sufrida, puede igualmente llamar al 016 que le pondrán en contacto directo con el teléfono de emergencias 112.


Cualquier consulta, incluso de tipo legal, será atendida y si los teleoperadores no supieran responderla, dirigirán la llamada al departamento correspondiente.


Pregunta lo que quieras si eres víctima de algún tipo de agresión: posibilidad de acceso a un empleo que te reporte independencia económica con la que poder mantener a tus hijos, alejándoles de tu pareja violenta; si existe una casa de acogida cercana o sencillamente si habrá algún sitio donde refugiarte con tus hijos, etc.


¿Eres menor de edad y crees que por ello no te tomarán en serio si llamas al 016? De ningún modo, si sufres alguna forma de violencia o acoso en el entorno doméstico, escolar o cualquier otro, no dudes en llamar también que te remitirán a la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) o llama tú mismo/a al teléfono 900202010, para no colapsar el 016, que ya de por sí lo está.

Persona agarrándose las piernas echa un ovillo
Si eres menor, también te atenderán en el 016

Da igual quién llame, pero debe ayudarse a las personas que sufren malos tratos si éstas no pueden defenderse por sí mismas.


Considero muy acertado el premio que el Ministerio de Igualdad les dio a los empleados y empleadas del servicio de teleasistencia 016, en el Día Internacional contra la Violencia de Género, el 25 de noviembre de 2020; un reconocimiento más que merecido.


Si nos enteramos de algún caso de explotación sexual o como se la conoce también “trata de mujeres”, debemos denunciarlo a los Cuerpos de Seguridad. Ahora bien, también podremos llamar al 016 y comentarles el caso al teleoperador que lo remitirá enseguida al número 900105090 que el Ministerio del Interior habilitó para denunciar esos delitos.


Recordad que siempre es mejor llamar a los teléfonos habilitados para otras cuestiones, dejando el 016 para su función primordial que es la atención a las mujeres maltratadas. Por esta razón, al final de este post recordaré los teléfonos de asistencia que indico por si queréis anotarlos.


Por cierto, las mujeres que atienden al otro lado del teléfono y oyen lo que las víctimas les cuentan llegan a sentir su dolor, experimentando empatía y pasándolo verdaderamente mal.


Se han dado casos de agresores que averiguaron que sus ex-parejas contactaron con los servicios de teleasistencia (o cualquier otro de ayuda) amenazando a los trabajadores de los centros de ayuda, necesitando igualmente ayuda psicológica (la ubicación del local del 016 es información reservada, como las casas de acogida).


¿Y si no es una mujer la persona maltratada?


¿Qué sucede si es un hombre el maltratado por su pareja femenina?


No se considera violencia de género sino violencia doméstica ya que se da por hecho que la agresión se ha producido en el hogar compartido.


Los hombres maltratados, como los hijos, están amparados en España por la Ley reguladora de la Orden de protección de las víctimas de la violencia, en vigor desde 2003 y, por supuesto, por el Código Penal. Estas mismas leyes cubren también situaciones de violencia intragénero, entiéndase, homosexuales o transexuales.


Podrán ser atendidos igualmente por el 016, pero los teleoperadores lo que harán será informarles de los servicios con los que pueden contactar (recuerdo que el 016 es exclusivo para mujeres maltratadas por hombres).


Los servicios habilitados para atender a los hombres que sufren agresiones de sus parejas son las oficinas de asistencia a las víctimas del Ministerio de Justicia o Consejería si la competencia ha sido transferida a la Comunidad Autónoma (hablo en lo que a España se refiere; en otros Países deberán preguntar en la delegación de Justicia o dependencias policiales).


Lo mismo si es un hijo adolescente el agresor o un abuelo que se siente maltratado; todo ello es violencia doméstica, no de género, aunque sea una madre maltratada por su hijo o una abuela la que se ve mal atendida.


Ni que decir tiene que en todos los casos anteriores que requieran una atención sanitaria urgente, podrán también llamar al 112, claro está, que además es un número internacional adoptado en toda la Unión Europea (desde 1991) y cada año en más Países de otros continentes.


En prácticamente toda América es el 911 y en Asia el 119 los números de emergencias, pero al objeto de evitar que los extranjeros procedentes de esos continentes se hagan un lío, en Europa suele conectarse el 211 al 112.


Si alguien llamara al 211, porque es el que conoce, hallándose en un País europeo, le contestarían los operadores del 112. En varios Países americanos están haciendo lo mismo, solo que al contrario: si un español sabe que el número de emergencias es el 112 pero al hallarse de vacaciones o por trabajo en Estados Unidos (continuando con el ejemplo) llama a dicho número, le contestarán operarios del 911.


¿Por qué hay mujeres que no denuncian los malos tratos?

Mujer cabizbaja
Siempre hay que denunciar la violencia de género

Toda la información que incluyo en el presente artículo es la que no le llega a muchas mujeres víctimas y es el desconocimiento lo que les lleva a no denunciar porque ignoran los procedimientos o si verdaderamente recibirán algún tipo de ayuda.


Se impone la necesidad de que todas las mujeres, sobre todo las que residan en zonas rurales, a las que la cobertura telefónica o Wifi aún no llega al 100% o donde no se realizan charlas informativas, pudieran contar con la información que les indique todo lo que pueden hacer si son víctimas de violencia de género.


Hay que solventar un problema acuciante: garantizar, de forma efectiva, la confidencialidad

Ciertamente se han dispuesto mecanismos para que la víctima pueda ocultar que está recurriendo a un asesoramiento con respecto a su situación y que no se entere de ello el agresor, pero no son suficientes.


Que las llamadas de teléfono no figuren en la factura, si bien es una medida útil, debe ir acompañada de otras que la complementen. La mayoría de las veces la víctima está siendo vigilada en su propio hogar de modo que ni una simple llamada puede hacer (porque su pareja le requise el móvil cuando sale a la calle o se lo revise a posteriori).


Contactar vía email también es complicado porque su pareja no le dejará que se conecte a Internet para evitar que se comunique con personas que pudieran ayudarle.


Sé que suena como demasiado opresivo, pero esa es la realidad de muchas mujeres maltratadas (y en algunos pocos casos, pero los hay, también hombres y homosexuales).


Ni que decir tiene que debido al seguimiento del que son objeto por parte de sus maltratadores no podrán asistir a charlas o talleres en los que se hable de la violencia de género y cómo defenderse de los agresores.


Si se tienen hijos, el maltratador amenaza con agredirles o arrebatárselos a su madre lo que le causa pavor, rondándole la cabeza cual espada de Damocles. Y si no los tienen, el miedo es a que acaben con su vida como , lamentablemente, vemos en las noticias a menudo.


Un entorno, el de la relación de pareja, que debiera ser todo lo contrario: un remanso de paz y felicidad en el que refugiarse del estrés del día a día. Que la persona con la que convives te anime a levantarte cuando caes, te sostenga en los momentos difíciles y te de cariño, no palizas o anulación de nuestra personalidad.


Pero pensamos que solo le sucede a mujeres sin recursos. Os quedaríais asombrados si supierais el número de víctimas que son personas de éxito agredidas sexualmente y no quieren que se sepa. Temen que su prestigio e influencia se vean afectados al convertirse en una vulnerabilidad y lo arrastran como un terrible secreto que les atenaza hasta que consiguen superarlo (si es que lo consiguen).


Para esas mujeres de las que no se espera que vivan sucesos como los comentados en este artículo porque la imagen que dan de sí mismas es de seguridad y poder, pero que también han sido víctimas o lo están siendo, la confidencialidad es lo que más buscan y por eso mismo les cuesta denunciar su caso.


Otro caso es el del hombre frustrado porque se ha quedado sin trabajo y son sus parejas las que ingresan el dinero con el que salen adelante. Si él es una persona violenta, será también un controlador, creyendo que compensa de ese modo su fracaso profesional, dominando lo que piensa que es lo único que puede considerar de su propiedad: su mujer.


Así que se dan distintas situaciones, pero con un elemento en común: la agresión que han sufrido, ya sea ocasional o continua.


En todos los casos, esas mujeres, sean amas de casa sin recursos si se independizan o mujeres con ingresos e incluso con influencia, acaban muchas de ellas no denunciando porque temen las consecuencias.


Tengas más o menos medios, si además ves que tu agresor ha salido de la cárcel en poco tiempo y sabes que ya está en la calle, el hecho de que en cualquier momento puedas encontrártelo te da escalofríos.


Lo qué se hace y lo que se puede hacer


Cuando se dicta una orden de alejamiento, se le dice al agresor que no se acerque a tal o cual distancia de la víctima, pero no es factible que un agente de seguridad pública siga a cada maltratador. Pero ahora se les coloca dispositivos de geolocalización para que desde una empresa de seguridad privada se controle sus movimientos. El vídeo siguiente, de la Delegación del Gobierno español contra la violencia de género, os lo explica detalladamente:

Si tenéis algún problema de audición, no os preocupéis; podéis ir directamente a la página de la Delegación del Gobierno del Ministerio de Igualdad.


Hay que reforzar las plantillas de los equipos de atención a las mujeres y menores tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional y Cuerpos Locales de Policía (en otros Países sus Fuerzas de Seguridad respectivas), pues no se cuentan con suficientes profesionales cualificados.


Como decía anteriormente, un mayor número de casas de acogida; son muchos los pisos en alquiler vacíos que la Administración podría arrendar para que sirvan de refugio a las mujeres maltratadas y sus hijos, si los tienen.


Aparte, la asignatura de educación cívica debe incidir (desde temprana edad) en el respeto hacia las chicas y que sientan los niños que la igualdad entre géneros debe ser algo normal. De ese modo, una vez adultos, verán a las mujeres como sus iguales en todos los aspectos ya que han sido educados en este sentido.


Con respecto a los agresores, que se entenderá se encontrarán alejados de las víctimas, pedirles que se personen en dependencias policiales todas las semanas pero también visitarles, sin comunicarles fecha, para sorprenderles y comprobar qué hacen. Por ejemplo, si tienen acceso a algún tipo de arma de fuego, incautarla de inmediato.


Ignorarán en qué momento están siendo vigilados lo que les desconcertará y les intimidará lo suficiente (o ayudará a ello) para que desistan de sus intentos de vulnerar las órdenes de alejamiento.


Si aún con lo anterior, incluyendo que se les ponga un dispositivo de localización, demuestran que les da igual que se les haya ordenado no acercarse a las víctimas puesto que han premeditado agredirles de nuevo, a todas las víctimas hay que proveerles de medios defensivos:

  • Todas debieran contar con un dispositivo de alerta inmediata.

  • Clases de autodefensa.

  • Escolta privada, a cargo del Estado, si el riesgo es moderado.

  • Más seminarios y charlas de información.

  • Instruir a las comunidades de vecinos para que colaboren.

Contar con las comunidades de vecinos permite que la víctima cuente con posibles refugios próximos a su domicilio, de gran utilidad sobre todo si se tienen hijos, hasta que lleguen los agentes de policía.


Se les puede dar una charla explicativa a los vecinos, en el local de la comunidad, para que sepan cómo actuar. No solo al presidente porque se le vea como representante, sino implicar a todos, ya que cualquiera pudiera vivir esa situación de malos tratos o violencia. Si solo se contacta con el presidente, se corre el riesgo de que sea amigo del agresor y le avise.


Se les debe dejar claro a los vecinos que si notan, oyen u observan alguna señal de violencia de género o doméstica, deben ponerse en contacto con los Cuerpos de Seguridad o números de teléfono de emergencias garantizándoles el anonimato (el agresor nunca sabrá quién ha llamado).


La seguridad privada es la que se ocupa del seguimiento de los dispositivos de geolocalización de los maltratadores pero podría contratárseles también, a cargo igualmente del Estado, para que procedan a la escolta en los casos de riesgo moderado (los graves suelen contar con vigilancia policial).


Siempre garantizando la confidencialidad de la víctima o su privacidad; por ejemplo, con una vigilancia discreta si no desea que se conozca en su entorno que ha sido agredida.


Hay que asesorar debidamente a las víctimas, en especial a las que no denuncian, para que tengan claro el ciclo de la violencia de género:

Ciclo de la violencia de género: arrepentimiento-tensión-explosión

En la fase de "luna de miel", llamada así porque todo pareciera volver a la normalidad creyendo la víctima que la pesadilla ha concluido, pues el agresor se arrepiente de lo que ha hecho, es además cuando la mujer suele quitar la denuncia (si llegó a ponerla).


Pero la víctima ha de tener claro que no ha de existir una segunda oportunidad en una relación de pareja para un maltratador: a la primera agresión debe ser denunciado y no regresar jamás con él pues volverá a reincidir.


No debemos olvidarnos de un factor clave para que la violencia de género sea erradicada: la acción judicial.


Los jueces cuentan con una formidable herramienta: el protocolo de valoración forense urgente del riesgo de violencia de género. Se trata de un recurso elaborado por el comité científico-técnico del Consejo Médico Forense en España que valora el riesgo real teniendo en cuenta el entorno familiar tanto de la víctima como del agresor.


El protocolo de valoración forense-urgente incluye los aspectos psicológicos de ambos. Sin embargo, se utiliza en un ínfimo porcentaje de casos, según informe de la Fiscalía General del Estado.


Los servicios médicos pueden ser de gran ayuda. La mayoría cuentan con sus propios protocolos para denunciar sospechas de violencia de género pero no todos los facultativos los conocen, por lo que deberían darse más charlas con las instrucciones al respecto para que todos tengan claro cómo actuar.


Conclusión: es responsabilidad de todos


Debemos identificar a todas las personas que actúan en el proceso por el que pasa la víctima de malos tratos:

  • El o los agentes de policía a los que llamará (o a los que les presenta la denuncia).

  • Los servicios de emergencias en los casos más graves.

  • El abogado/a que le representará, tanto si es de oficio como si es privado

  • El fiscal que llevará su caso.

  • El juez que dictará sentencia.

  • El trabajador social que le atenderá mientras se recupera.

  • Los profesionales que revisen su situación.

  • Jefes y compañeros de trabajo; que contribuyan en su regreso a la normalidad.

  • Entorno familiar para que vuelva a confiar en las personas más próximas.

Hay que procurar que el problema no se vuelva estructural restándole importancia

La violencia de género es una realidad incuestionable y debe ser atajada. Ha llegado el momento de que miremos al futuro con esperanza, viéndonos hombres y mujeres por igual, con las mismas oportunidades.


Todos somos responsables y por lo tanto, todos podemos poner de nuestra parte; no miremos hacia otro lado.


Anexo: formas de contactar en caso de necesidad

  • 016: Teléfono de atención exclusiva a mujeres víctimas de violencia de género, las 24 horas; se puede llamar desde cualquier lugar

  • 600 000 016: mismo que el anterior pero para comunicarse vía WhatsApp

  • 900 116 016: igual, para quiénes no tengan WhatsApp, pudiendo usar los SMS

  • 016-online@igualdad.gob.es: email del 016

  • 112: teléfono de emergencias en Europa (911 en América)

  • 900202010: Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo)

  • 900105090: Teléfono del Ministerio del Interior (España) para casos de trata de mujeres o esclavitud sexual

  • 062: Guardia Civil; podéis preguntar por el EMUME (Equipo de atención a la Mujer y el Menor) o, si sois extranjeras, el EDATI (Equipo de Atención al Inmigrante)

  • 091: Policía Nacional (emergencias)

  • 092: Policía Local (emergencias)

 

El autor del artículo es perito judicial en violencia de género e intrafamiliar, asistiendo a seminarios y jornadas de conferencias sobre la materia

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