Un análisis de tres tipologías de contenido audiovisual de propaganda terrorista en Internet arroja el resultado de que causan más tristeza que miedo
Comprender la estrategia mediática de los grupos yihadistas resulta esencial para elaborar una respuesta contraterrorista eficaz, pero existen pocos estudios realizados sobre el análisis de los vídeos publicitarios de los mismos. Por esta razón, se lleva a cabo el siguiente análisis, consistente en la observación pormenorizada de seis vídeos representativos de propaganda yihadista y una encuesta realizada a más de cuatrocientas personas, entre los años 2017 y 2018, cuyos objetivos son los siguientes:
Comprobar las similitudes entre los diferentes tipos de vídeos.
Estudiar las emociones que prevalecen en los videos en los que se pronuncien discursos a través del comportamiento no verbal de los terroristas.
Comprobar si la intención de infundir miedo colectivo en la población mediante los videos difundidos se cumple.
Analizar la reacción emocional y conductual ante los videos difundidos entre estudiantes, civiles y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Para ello, se plantean las siguientes hipótesis:
Existirán similitudes entre los objetivos y formatos de los diferentes vídeos.
Existirá la prevalencia de ira en los videos en los que se pronuncie un discurso.
Se cumplirá el logro de la producción de miedo en la población que ha visionado los vídeos, sin diferencia entre género.
Existirán diferencias en las reacciones emocionales y conductuales entre los estudiantes, civiles y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
El método utilizado
Para nuestra encuesta se mostraron vídeos propagandísticos del ISIS, el grupo terrorista con mayor producción videográfica y el que ha revolucionado la propaganda terrorista. El segmento de población consta de un total de 409 personas que debemos distinguir en tres grupos:
Por un lado, contamos con la participación de 93 miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FCS), siendo 85 varones y 8 mujeres, de estos un 2,2% mantienen edades comprendidas entre 18 y 25 años, un 62.4% 26-40 años y un 35,5% >41 años.
Por otro lado, contamos con una muestra de 78 estudiantes universitarios, siendo 26 varones y 52 mujeres, de estos un 62,8% con edades comprendidas entre 18-25 años, un 28,2% 26-40 años y un 9% >41 años.
Un tercer y último grupo lo componen 238 personas con cualquier otro trabajo (no relacionado con las FCS) o desempleadas, de los cuales 136 son varones y 102 mujeres; las edades comprendidas son un 5,9% de entre 18-25 años, un 36,6% de 26-40 años y un 57,6% >41 años.
Con respecto al procedimiento, en primer lugar, se ha elaborado una encuesta que evalúa la reacción emocional y conductual ante tres tipos diferentes de vídeos publicados por el ISIS:
Aquellos en los que aparecen ejecuciones explícitas
Propaganda yihadista
Videos en los que un supuesto clérigo o líder realiza un discurso.
Tras su elaboración se utilizó la plataforma de Google drive para poder compartir el enlace a través del cual podrían rellenar dicha encuesta los participantes. Una vez pasada a la plataforma, se comenzó a compartir el enlace a través de distintos medios sociales. Primero se realizó una publicación en Facebook, donde se explicaba la finalidad de la encuesta y se informaba del carácter académico de la misma. Esta publicación fue compartida y promovida para un mayor alcance. En segundo lugar, se compartió el enlace a través de la red social WhatsApp, donde nuevamente se adjuntaba a dicho enlace una pequeña explicación del carácter académico de la encuesta. Por último, conforme encontrábamos cara a cara a personas que pudiesen participar se les informaba de la situación y se les proporcionaba una herramienta electrónica a través de la cual pudiese acceder a esta encuesta online. Esta plataforma estuvo abierta a recibir respuestas durante diez días, tras los cuales se cerró su acceso al público y se procedió a una descarga de los datos obtenidos y un posterior análisis de los mismos.
El análisis de estos datos se realizó de la siguiente forma. En primer lugar, se obtuvieron las frecuencias de respuesta en las preguntas referentes a si los participantes habían visionado o no cada tipo de vídeo. Tras lo que se procedió a analizar a la población cuya respuesta era afirmativa en el resto de preguntas, teniendo en cuenta nuevamente las variables de género y profesión. A su vez, se realizó una búsqueda exhaustiva de enlaces donde pudieran verse vídeos completos publicados por el ISIS, algo bastante complicado debido a la eliminación de los mismos a medida que son detectados por los servicios de seguridad de las webs donde suelen alojarse, lo que por otro lado debe hacerse, por supuesto, para combatir en la Red la actividad proselitista de los terroristas. Sin embargo, aún existen páginas donde pueden visualizarse, demostrando con ello que resulta muy complicado erradicar esa actividad en Internet.
Se escogieron dos vídeos de cada uno de los tres tipos diferentes escogidos para su análisis, los mismos tipos de los que se preguntaban en la encuesta elaborada y explicada anteriormente. Dichos vídeos fueron el de la ejecución del piloto jordano que a todos aterrorizó en 2015, al que los terroristas titularon "Healing of the Believers' Chests" y el de la ejecución múltiple titulado “Si volvéis, volveremos”, también de 2015. Con respecto a los discursos, versiones subtituladas del emitido por el yihadista de origen canadiense John Maguire y el famoso discurso de Abu Bakr al-Baghdadi tras la conquista de Mosul por el ISIS, uno de los pocos testimonios gráficos de su existencia (se le conoce como el jeque invisible). Para concluir, dos vídeos, uno titulado “Sin respiro”, de 2016 y otro divulgado por el ISIS tras los atentados en Cataluña en 2017.
Previamente, se analizó cada vídeo teniéndose en cuenta los siguientes puntos: Calidad de imagen y sonido, contenido, comportamiento no verbal, música, temática, mensaje principal, objetivo, emociones que pretende transmitir y, por último, similitudes con películas, series, videojuegos…. Tras el análisis individual, se procedió a un análisis conjunto de cada pareja de vídeo, es decir por tipología. Se contemplaron las semejanzas y diferencias entre cada pareja en cada uno de los apartados anteriormente descritos. Una vez concluido el análisis por parejas, se compararon las tres tipologías diferentes de vídeos entre ellas, contemplando de nuevo las similitudes y diferencias.
El instrumento utilizado para esta investigación se concentra en el análisis de la reacción conductual y emocional de la población ante los vídeos del ISIS y los propios vídeos que se han analizado. Para ello, como decía anteriormente, se llevó a cabo una encuesta semiabierta evaluando dos aspectos: la respuesta de la persona ante los vídeos y su reacción tras el visionado. Para ello se les formularon preguntas con respuestas de elección múltiple y con opción a una respuesta abierta donde el encuestado pudiese explicar cualquier emoción o conducta con sus propias palabras si no se sentía identificado con las respuestas anteriores dadas.
Las preguntas se han dividido en tres apartados, coincidiendo cada apartado con cada tipología de vídeo seleccionada: vídeos de ejecuciones, vídeos de propaganda y vídeos de discursos de supuestos líderes o portavoces. En total quince preguntas, siendo la primera pregunta de cada tipología de respuesta dicotómica (Si, No) donde deben afirmar o negar que han visionado dicha categoría de vídeo; en caso negativo, el resto de preguntas que abarcan dicha tipología será la opción ``No he visto ningún vídeo´´. Mientras que si la respuesta es afirmativa deberá contestar las siguientes dos preguntas con su respuesta emocional y las dos últimas de cada categoría con su respuesta conductual.
Resultados
Los resultados referentes a los dos primeros objetivos (similitudes entre los diferentes tipos de vídeos y estudio de las emociones que prevalecen en dichos videos a través del comportamiento no verbal de los terroristas) tras el análisis detallado de la muestra sobre la que se ha trabajado, son los siguientes.-
Vídeos de ejecuciones:
Similitud con películas, videojuegos
Todas las víctimas llevan mono naranja
Las víctimas dan un discurso donde culpan a los líderes de su situación.
Las ejecuciones son impactantes.
Elección de criterios étnicos y estéticos (calidad de vídeo buena)
Bandera del “Estado Islámico” en la esquina derecha intercalándose con el logo de la productora.
Los miembros del ISIS aparecen con armas
Los métodos de ejecución son diferentes
El objetivo principal es el de emitir la sensación de poder y aquellos que no pertenezcan a la organización deberán temerles. Intentan producir miedo al mismo tiempo que ira entre los miembros del ISIS y simpatizantes hacia los que ellos consideran culpables de la situación que les ha llevado a “combatir” (desde su perspectiva).
Videos de discursos:
Bandera o logo el “Estado Islámico” en esquina superior.
Intención de énfasis de ira en partes del video donde hablan sobre lo que hace su enemigo y lo que les ocurrirá.
Inexpresión en casi todo el discurso, excepto por momentos de ira.
No existe movimiento corporal por lo que se deduce una preparación y/o lectura del discurso en el momento.
Videos de propaganda:
Bandera del “Estado Islámico” en la esquina derecha intercalándose con el logo de la productora.
El logo de la organización yihadista aparece al comienzo y al final del vídeo.
No es extraño que muestren a yihadistas de diferentes países del mundo y todos portando armas.
Uso de expresión verbal centralizada en un “nosotros” o “vosotros”.
Uso de similitudes con películas y videojuegos.
Juegan con las tonalidades de oscuro y claro.
Calidad de vídeo buena.
El objetivo principal es el de atraer, a la vez que pretenden emitir la sensación de poder.
La primera hipótesis que nos planteamos es que existirán similitudes entre los objetivos y formatos de los diferentes vídeos. Se afirma al observar una igualdad en la calidad, tipo de música, aparición de logotipos en el mismo momento y lugar. En especial se observa en todas las tipologías que, a pesar de que se tratan de diferentes vídeos, se busca la atracción de sus simpatizantes de cara a su reclutamiento transmitiendo un mismo mensaje: el poder que tienen. Se corrobora con los análisis realizados por Javier Lesaca y expuestos en su libro ``Armas de seducción masiva´´ (2017), donde muestra las similitudes de los vídeos realizados por el ISIS.
Del mismo modo que Veryan Kahn, investigadora de TRAC, tras analizar uno de los vídeos de ejecuciones analizado también en esta investigación, concluyó que el vídeo, de 16 minutos, tuvo un director, un productor y un editor, que utilizaron un guion preciso y probablemente fue realizado con tecnología Avid, que tiene un coste de al menos 200.000 dólares, y cuyo objetivo es animar a aquellos que les apoyan en el mundo a unirse a la “causa” yihadista, lo cual se ha corroborado igualmente con anterioridad.
En cuanto a la segunda hipótesis donde planteamos que existirá la prevalencia de ira en los videos del ISIS en los que se pronuncie un discurso, tras el análisis de los vídeos escogidos en esta tipología podemos concluir que se confirma: la única emoción expresada es la ira y a pesar de ello, debemos de recalcar y enfatizar en la falta de inexpresión mostrada durante el resto del discurso. Esto da lugar a hipotetizar también sobre una posible lectura de estos discursos, y una falta de coherencia entre lo que se dice y se muestra. Se puede observar como con los hombros y resto del cuerpo, los portavoces no ejercen movimiento alguno, lo que da a pensar que tan sólo la parte donde alza la mano está preparada para mostrar énfasis intencionado.
En conclusión, existe ira y simulación de ella en ocasiones, pero la mayoría del discurso se muestra incoherente ante la carencia de emociones, debido a la preparación previa a la lectura en el momento de la grabación de estos discursos.
Pasando a nuestra tercera hipótesis, la cual consiste en que se cumplirá el logro de la producción de miedo en la población que ha visionado los vídeos, sin diferencia entre género, podemos concluir que no se confirma. En los vídeos que aparecen ejecuciones las emociones predominantes son el desprecio y la tristeza, quedando el miedo en tercer lugar con un 21,6% que lo experimentan mientras ven los vídeos y un 13,5% tras el visionado. Al analizar estos resultados dependiendo del género, comprobamos que existen diferencias, ya que en el sexo masculino predomina el desprecio tanto durante como después del visionado del vídeo, mientras que en el sexo femenino encontramos que la emoción principal es la tristeza, siendo el segundo porcentaje mayoritario correspondiente al miedo durante el visionado (25,8%); en cambio, es el desprecio lo que predomina tras el visionado (16,8%) entre las mujeres.
En los vídeos en los que aparece un discurso, la emoción que predomina durante el visionado es el desprecio (41,4%), siendo el segundo porcentaje correspondiente a la ira (22,6% de los encuestados), mientras que tras el visionado el primer lugar lo ocupa la sorpresa (47,5%) seguida del desprecio (23,6%). A su vez, al diferenciar entre géneros encontramos que en ambos géneros y en ambos momentos el desprecio es la emoción principal; la segunda sensación mayoritaria en el sexo masculino es la ira (20,5%) el miedo en el caso del sexo femenino (14,1%).
En los vídeos de propaganda yihadista coincide con la tipología anterior las emociones predominantes, desprecio e ira, continuándose en el sexo masculino y en ambos momentos dichas emociones, mientras que en el caso del sexo femenino se mantiene como primera emoción el desprecio y cambiando la emoción secundaria por miedo (14,3% de las mujeres encuestadas). Por lo que concluimos que el objetivo terrorista de infundir miedo no se logra al prevalecer otras sensaciones, pero ya que no contamos con estudios previos que analizaran dichas variables no podemos establecer como absolutos estos datos, evidentemente.
En nuestra cuarta y última hipótesis se espera la existencia de diferencias en las reacciones emocionales y conductuales entre los estudiantes, civiles y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La principal razón que se daba por lógica al iniciar el estudio es que las FCS ejercen una profesión cercana a las situaciones ocasionadas por el terrorismo y las emociones y conductas diferirán del resto de la población. Dicha hipótesis se ve confirmada ya que se obtienen respuestas diferentes, tanto emocional como conductualmente dependiente de la profesión.
Mientras que en las FCS las emociones predominantes son desprecio e ira en las tres tipologías y en ambos momentos evaluados, en personas con otras profesiones y estudiantes debemos diferencias los momentos durante y tras el vídeo.
Los estudiantes durante el visionado del vídeo muestran respuesta emocional de miedo, en un segundo porcentaje mayoritario tristeza y en tercer lugar ira; en concreto, en los vídeos de ejecuciones, tras verlos muestran miedo (11,9% de los encuestados que llegaron a ver los vídeos), tristeza -11,6%-, seguida del desprecio como tercera sensación más experimentada entre este segmento poblacional del estudio. Durante el visionado de vídeos de discursos se observa desprecio e ira que se mantienen tras el vídeo. Y en los vídeos de propaganda vuelve a ser el miedo la emoción predominante (9,6%) tanto durante el vídeo como tras este, seguido de desprecio (9,2%) e ira (7,8%).
En personas con otras profesiones, encontramos que la respuesta emocional ante vídeos de ejecuciones es la tristeza en ambos momentos, seguida del miedo y desprecio durante y tras el vídeo respectivamente. En cambio, en los vídeos de discurso y propaganda se mantiene el desprecio seguido de la ira en ambos momentos y en ambas tipologías.
En relación a la respuesta conductual, se encuentra una menor diferencia entre resultados, durante la emisión de los videos de las tipologías evaluadas la acción más realizada (de las que se les preguntaba) es ``ver la emisión callado´´ proseguido de ``ver la emisión comentando lo que ocurre con la persona de la sala´´ y ``cambiar de canal´´. En el caso de los estudiantes el cambio de canal se produce con mayor frecuencia en la tipología de ejecuciones, pudiendo relacionarse con el miedo establecido anteriormente en esta tipología y por este grupo. En cuanto a la acción realizada tras la emisión del vídeo, en los tres grupos coinciden los resultados siendo la opción de ``hablar con la persona que se encontraba a mi lado´´ la más frecuente, seguida por ``proseguir con mi actividad callado´´ y ``busqué más información´´ respectivamente.
Para ver todas las gráficas de forma detallada, acceder a la versión pdf de este artículo.
Conclusiones
Debido a que se trata de un estudio de primera aproximación y a la falta de investigaciones previas, existen debilidades metodológicas. Ya que en la muestra se encuentra falta de proporcionalidad pues tan solo hay un 22.7% de miembros de FCS mientras que el 58.2% ejerce otra profesión. También debemos mencionar que los resultados pertenecientes a las FCS se componen en su mayoría de varones. Además, debemos comentar que la muestra no se encuentra estratificada por edades.
En cualquier caso, los datos obtenidos resultan relevantes ya que, debido a la escasa exploración previa sobre esta área de estudio, resulta interesante considerar los resultados y profundizar en ellos debido a la importancia de estos en la lucha contraterrorista.
Se observan similitudes entre las diferentes tipologías audiovisuales. Esto deja entrever que tras vídeos yihadistas existe una estrategia de marketing
Concluimos también que se ha encontrado la ira como emoción predilecta en los vídeos, además de incoherencias al estar ausentes emociones que deberían aparecer en momentos del discurso, como es la tristeza al hablar de algo ocurrido anteriormente. La ausencia de emoción es igualmente válida a la hora de establecer parámetros de veracidad en un discurso, pues deja en entredicho que el mismo hablante creyese en lo que expresa verbalmente.
En relación a nuestro tercer objetivo, no se observa el miedo como reacción emocional predilecta ante el visionado de este material audiovisual. Y en nuestro cuarto objetivo, comprobamos una validación de este ya que existen diferencias de respuesta emocional y conductual ante las diferentes tipologías dependiendo de la profesión ejercida, especialmente entre estudiantes y FCS.
En futuras investigaciones, para profundizar en los discursos de los líderes terroristas, se podría realizar un Análisis Crítico del Discurso (ACD), el cual “estudia primariamente el modo en que el abuso del poder social, el dominio y la desigualdad son practicados, reproducidos, y ocasionalmente combatidos, por los textos y el habla en el contexto social y político” (VanDijk, 1999). Para hacer un buen análisis crítico del discurso, autores como Fairclough, (2012); Santander, (2011) o VanDijk, (1999) afirman que no existe un modelo único de análisis; sin embargo, a todos los autores les parece importante centrarse en los siguientes elementos: la semántica, el contexto, el estilo (estructuras léxicas y sintácticas), las relaciones de poder, las ideologías y los recursos retóricos (metáforas, símiles, onomatopeyas etc.)
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Isabel Torres trabaja como psicóloga forense y colabora con la Red SAFE WORLD
Referencias:
Behnam, Said, “Hymns (Nasheeds): A Contribution to the Study of the Jihadist Culture”, Studies in Conflict & Terrorism, vol. 35, nº 12, 2012, 863-879.
Fairclough, N. (2012). Critical discourse analysis. International Advances in engineering and Technology (IAET)/International Scientific Research (IRS), 7(July), 452–487
Lesaca, J. (2017). Armas de seducción masiva. Ed. Península atalaya
Santander, P. (2011). Por qué y cómo hacer análisis de discurso. Cinta moebio 41, 41(1), 207– 224.
Torres Soriano, M. R. (2007). La dimensión propagandística del terrorismo yihadista global.
VanDijk, T. A. (1999). El análisis crítico del discurso. Anthrops, (186), 23–36
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Este post forma parte de la serie de la misma autora: "Análisis de las tipologías de contenido visual del yihadismo" que incluye también los siguientes artículos:
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