Contradice las advertencias contra los riesgos del asentamiento de refugiados sirios u otros en el Líbano
El 11 de mayo de 2018 el Presidente del Líbano, Michel Aoun, el primer ministro designado Saad Hariri y el ministro del Interior saliente, Nouhad Machnouk firmaron un decreto de naturalización para personas principalmente de nacionalidad Siria y Palestina. Después de filtraciones y un comienzo de controversia, las autoridades resolvieron, el 7 de junio, hacerlo público.
El proyecto de decreto de naturalización de más de 360 personas, revelado por el diputado Nadim Gemayel en su cuenta de Twitter, causó una acalorada controversia en los círculos políticos y populares. Según varias fuentes de periódicos locales, la adopción del acuerdo contradice las advertencias contra los riesgos del asentamiento de refugiados sirios u otros en el Líbano. De hecho, una descripción general de la lista de cien nombres, publicada por Nadim Gemayel en su cuenta de Twitter, muestra que la mayoría son sirios. También incluye a personas de nacionalidad palestina, así como a árabes ricos de los países del Golfo.
El señor Gemayel dijo: Me opongo ferozmente a la transformación de la nacionalidad libanesa en una mercancía que se vende y se compra.
Siguió apuntando que las personas naturalizadas son cristianos cercanos al régimen sirio lo cual es inaceptable para él. Además, no se sabe con qué criterio se ha otorgado la nacionalidad. Para otras fuentes, la "fortuna personal" sería uno de los criterios adoptados en este decreto de naturalización.
En círculos informados, también se señala que 260 de las personas citadas son cristianas, en comparación con 105 mujeres musulmanas. Además, solo se hizo una selección de 16 archivos enviados por la Fundación Maronita en el mundo, mientras que sigue más de 480 casos sociales que merecen la naturalización. De hecho, en febrero de 2021 el patriarca cristiano-maronita de Líbano, Beshara al-Rai, pidió llevar a cabo una reunión con las autoridades del País para enfrentar el asunto de la naturalización de los palestinos y de los refugiados sirios.
Las reacciones a este decreto no tardaron en llegar. El exdiputado Boutros Harb felicitó en su cuenta de Twitter a los libaneses por el comienzo del cambio y la lucha contra la corrupción al otorgar la nacionalidad libanesa a cientos de palestinos ricos y sirios, lo que socava la Constitución que prohíbe la implantación. Por su parte, Fadi Saad, diputado de las Fuerzas Libanesas (FL) dijo que no puede entender el concepto de naturalización grupal en este delicado período de la historia del Líbano.
No fue la primera vez en la historia de Líbano que un decreto de naturalización causó revuelo. De hecho, en 1994 surgió un decreto de otra magnitud, el 5247/94, que había otorgado la nacionalidad a varios cientos de extranjeros. Por entonces, gobernaba como primer ministro Rafic Hariri, que comunicó el decreto sorprendiendo a la población libanesa.
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