El País pasa por la peor crisis financiera de su Historia reciente, con una moneda muy devaluada y una gran especulación
Últimamente, es casi imposible saber con certeza la tasa de la libra libanesa por el dólar aplicable en el mercado secundario, ni cómo evolucionaría en los próximos días, mientras el país atraviesa la peor crisis económica y financiera de los últimos treinta años. Una visibilidad aún más borrosa que la telenovela judicial iniciada por el fiscal financiero Ali Ibrahim experimentó un nuevo giro con la acusación de un ejecutivo de la “Banque du Liban” arrestado la semana pasada.
El dólar americano gira alrededor de las cifras 3.800-4.200 libras: fue dentro de este rango promedio que la tasa de libra/dólar a la venta en los corredores del mercado negro esta últimamente evolucionando. Algunos agentes pudieron comprar dólares a 3.600 libras y los vendieron a 3.700 (fecha 28 de mayo). Pero la presión de la demanda combinada con la debilidad de la oferta aumentó gradualmente la tasa, que finalmente se estabilizó; algunos cambistas no dudaron en hacer elevar las ofertas hasta 4.400 libras.
La tasa de valor en libras libanesas del dólar puede cambiar completamente dependiendo de la hora del día en que se realice la transacción, su monto y las existencias de divisas que el corredor de bolsa tenga en ese momento.
Por otro lado, la cantidad de liquidez en dólares que circulaba en el mercado secundario se agotó rápidamente, porque las tasas eran bajas. Muchos empresarios a los que se les permitió reabrir sus negocios, con la reanudación del desconfinamiento doméstico progresivo, tomaron por asalto el mercado, lo que explica por qué la tasa es generalmente más alta al final del día que por la mañana.
En todo caso, parece que existe un deseo, por parte de las autoridades, de estabilizar la tasa artificialmente en un intento de reducirla a un nivel cercano al impuesto a los cambistas autorizados (a saber, 3.200 libras por dólar en venta). Pero el sindicato de oficinas de cambio protesta por la inacción del Gobierno al comprobar como dejan que el mercado negro continúe especulando. Es por ello que iniciaron una huelga el 23 de abril, denunciando el arresto de los cambistas que no respetan el límite de 3.200 libras por dólar, para poder competir.
El presidente del sindicato de corredores de bolsa, Mahmoud Mrad, sería detenido a requerimiento del Fiscal General financiero, el juez Ali Ibrahim, acusado de manipulación del tipo de cambio.
El primer ministro Hassane Diab se reafirmó en su determinación de llevar a cabo las reformas prometidas por el Gobierno en la conferencia de París, en abril de 2018, por las que se espera atraer a inversores extranjeros y contribuir con ello a la recuperación del País. La intención gubernamental es redefinir la economía libanesa y fortalecer su compromiso con la comunidad internacional.
Por otro lado, a comienzos de mayo pasado, las autoridades financieras del Líbano solicitaron al Fondo Monetario Internacional (FMI) un rescate de su economía. Ya se han reunido en siete ocasiones, exigiendo el FMI que lleguen a un nuevo acuerdo con los Países acreedores de su deuda nacional e implementen un plan nacional de recuperación económica; algo complicado a tenor de la situación actual.
El gobernador de la Banque du Liban (BDL), Riad Salamé, se defendió de las críticas a su gestión (ni siquiera cuenta con el apoyo del primer ministro Hassane Diab), en el semanario francés Paris Match, asegurando que no el País aún no está en bancarrota. Pero por primera vez en su Historia, el Líbano no ha podido satisfacer el pago de su deuda pública.
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