Dentro de poco, no será necesario llevar dinero encima; claves para entender las criptomonedas
Hoy en día prácticamente no necesitamos llevar dinero físico en nuestra cartera. Es suficiente con las tarjetas de crédito (que ya se usan incluso para importes pequeños) y los pagos a través de los teléfonos móviles. Claro que siempre conviene llevar dinero encima, por si falla la cobertura. Es un engorro que no podamos pagar algo porque nuestra tarjeta o móvil no funcionen.
¿Por qué varía tanto el valor de la moneda virtual?
El principal problema de la moneda virtual, como el bitcoin (o BTC), es su volatilidad. Cuesta 41.900 dólares en el momento en que se escribe este post; hace tan solo unas horas su valor era de 47.200. Hace cuatro años, valía menos de 6.000 y en ocasiones, no ha superado los 1.200 dólares.
Entidades financieras e inversoras estudian seriamente ofrecer criptomonedas a sus clientes como un modo más de operar con sus cuentas.
El problema radica en que, actualmente, este tipo de monedas no ofrece ninguna garantía; ahora mismo, más parece un fondo de inversión que un medio de pago, por lo que aún no se confía lo suficiente.
Para empezar, no hay una entidad central que supervise su uso y ese es el hueco que quieren llenar los Bancos. A la criptomoneda bancaria se la conoce como MDBC (Monedas Digitales de Bancos Centrales).
Con la moneda virtual privada no hay intermediarios con lo que hay muchos especuladores
Hay grandes empresas que utilizan criptodivisas, pero casi ningún Estado las reconoce y los que lo hacen es de modo limitado, como Japón o Suecia; en este último País, desde hace años, se está utilizando la tecnología blockchain en registros de propiedad e inversiones, principalmente bursátiles.
Por cierto, hablando de Suecia, una muestra surrealista de lo que os decía sobre la volatilidad del euro. En 2019, la Policía sueca detuvo a unos narcos a los que incautó 36 BTC que entonces tenían un valor de 150.000 dólares. La fiscal ordenó su incautación a modo de multa pero no tuvo en cuenta que la moneda virtual sube y baja su valor continuamente. Simplemente se quedaron las monedas virtuales pero no las cambiaron por dinero físico.
Pasados tres años, los narcos reclaman la diferencia con respecto a su valor actual, de lo que se descuenta el importe de la multa, hallando la Fiscalía que los bitcoins incautados costaban en 2021 en torno a 1.500.000 dólares, con lo que el Estado sueco se vio obligado a pagar a los delincuentes una abultada suma de dinero.
Recientemente, detuvieron en España a dos individuos que hackeaban ordenadores de tiendas para poder controlarlos de forma remota y unirlos en red con la que minar criptomoneda; sucedió en la Provincia de Tarragona en noviembre de 2021.
Actualmente, solo en El Salvador el Bitcoin es moneda de curso legal.
El sistema blockchain y la tecnología DLT
Lo de "cripto" viene por su encriptación utilizando la "cadena de bloques" o blockchain con la que verifican las transferencias de este dinero virtual.
A los responsables de esa verificación se les conoce como "mineros" ya que excavan en esa mina de oro en la que se ha convertido la criptomoneda. Lo hacen a través de servidores ubicados en Países donde los costes en suministro eléctrico sean más bajos.
Las salas en las que se encuentran los ordenadores no solo han de estar bien refrigeradas (el calor no es bueno para los ordenadores, por eso se buscan Países fríos) sino además conectados las 24 horas del día, sin permitirse el lujo de fallo de servicio. De ahí que requieran de mucha energía.
La tecnología asociada en cuanto al uso de datos es la DLT o registro distribuido, como esas webs en las que la gente se descarga de todo, pero a su vez otros acceden al paquete que tú descargas para sus propias bajadas de archivos (P2P).
Aun así, la información que se comparte debe guardarse de la forma más segura posible ya que, en este tipo de negocios, la privacidad es la clave.
Resulta prácticamente inalterable porque un registro compartido no puedes sobreescribirlo o anularlo ya que está siendo usado por otros en el mismo momento; viaja tan rápido y se encuentra en tantos sitios distintos que no puedes controlarlo. Digamos que resulta muy complicado, casi imposible, hackearlo.
Cada bloque se cierra con una firma criptográfica denominada "hash" que genera una serie de claves identificadoras que son únicas (no corren riesgo de que se dupliquen).
Los hash sirven para autentificar la operación, o digamos los datos utilizados en la misma; serían como un sobre que entregas a alguien cerrado con un sello lacrado, que indica al destinatario que el interior no ha sido revelado por nadie durante el trayecto.
Sin duda, los Bancos acabarán adoptando la tecnología DLT pero para cambiar todo su sistema actual, que lleva funcionando del mismo modo siglos, se necesita tiempo; sin embargo, ya se ha avanzado mucho.
Muy posiblemente, los intermediarios que verifican las transacciones hoy en día acaben siendo innecesarios. Con el sistema blockchain, todos los usuarios que comparten los mismos archivos que circulan por la red han dado su autorización para ello con lo que mayor transparencia no puede haber; adiós a las duplicidades.
Precisamente por ser de uso compartido, son tantas las copias del original que resulta muy complicado manipularlo. De ser así, cualquier usuario podría averiguar que el archivo no es una copia del original, el cual permanece en el servidor de la cadena de bloques junto con un registro de las transferencias de datos.
Otra de las opciones que ofrece una red blockchain es acordar unas normas entre los usuarios que al ir digitalizadas se deberán cumplir puesto que, si no es así, sencillamente no funcionaría.
El algoritmo que utiliza la tecnología blochchain es el conocido como "prueba de trabajo". Se sabe desde qué dirección electrónica ha salido la transacción, pero solo el usuario tiene la clave para realizarla.
Son tantas las operaciones que se llevan a cabo que ahí radica precisamente su seguridad: al estar entrelazados los bloques en los que se agrupan las operaciones, habría que cambiarlos todos para vulnerar una sola transacción.
¿Se gana dinero como "minero" de Bitcoins?
Cada diez minutos se genera un nuevo bloque por lo que se requieren de muchos servidores, los cuales se encuentran dispersos por todo el Mundo (cada uno recibe varios bitcoins por bloque por prestarse a colaborar).
Nosotros mismos pudiéramos prestar nuestro pc doméstico como servidor o para que forme parte de una red y recibiríamos algún que otro bitcoin a cambio pero tendríamos que tener conectado el ordenador las 24 horas del día, y de momento no resulta muy rentable ya que la factura de la luz sería superior al beneficio.
Muy distinto es que cuentes con una gran red de ordenadores y un servidor muy potente; son lo que se conoce como "granjas informáticas": amplias salas o naves industriales con numerosos aparatos de aire refrigerado, ya que al estar en continuo uso, evitan que se sobrecalienten los ordenadores que se contarán por decenas.
La temperatura ambiental, si es verano, les afecta mucho. Por lo tanto, solo si el beneficio es importante, están los mineros de moneda virtual dispuestos a correr con los gastos elevados en suministro eléctrico.
Hay decenas de miles de ordenadores dispersos por todo el Globo como servidores para mantener activas las redes de moneda digital.
Si bien alterar una transacción es prácticamente imposible y el anonimato muy posible, éste último no es intrazable ya que se puede averiguar a través de la empresa que utilizara para abrir el correo electrónico (pero se puede abrir un correo dando datos falsos, con lo que resulta complicado identificar a los usuarios).
Pero salvo que seas un delincuente o sencillamente no quieras que se conozca que te estas ganando un extra minando bitcoins o similares, lo normal es que no lo ocultes; incluso lo publiques, orgulloso de lo conseguido, en el caso de obtener beneficios.
Un caso notorio ha sido el de dos menores (y hermanos), de Texas, que aprendieron a minar criptomonedas en tutoriales de Internet, ganando del orden de 30.000 dólares al mes, por lo que los padres decidieron montar una empresa, comprand más ordenadores y mejores tarjetas gráficas.
Son dos chavales que tenían un ordenador gaming para jugar y descubrieron navegando por la Red que podía usarse para la minería de bitcoins y otras monedas virtuales. Como tener el ordenador todo el día encendido resultaba molesto por el ruido además de que desprende calor, lo trasladaron de su habitación al garaje, donde estaba más ventilado.
Al adquirir nuevos equipos y comenzar a ganar grandes sumas, sus padres alquilaron varias salas en un centro de empresas en Dallas, con casi un centenar de ordenadores. También varios aparatos de refrigeración, los cuales son imprescindibles para evitar que las computadoras se sobrecalienten, al estar las 24 horas a pleno funcionamiento.
¿Cuántas criptomonedas hay?
No solo existe el bitcoin; la segunda más popular es el ethereum, le sigue Z-Cash (más privado que el bitcoin) o File Coin, de un solo uso.
Una moneda digital puede perder, en cuestión de pocos meses, un 50 o incluso un 80% de su valor. Pero es que, si quieres el dinero en el que está valorado el bitcoin u otra moneda virtual, debes subastarla (tranquilo, hay algunas plataformas webs de cierta confianza que lo hacen por tí); en otras palabras, es una inversión monetaria más, pero los que pujan por la subasta son personas de las que en muchos casos no se comprueba suficientemente su identidad. De ahí que los Gobiernos avisen de que requiere una regulación si se va a utilizar porque de lo contrario pudiera ser usado para lavar dinero.
El Bitcoin es la más popular, pero hay muchas monedas virtuales: Ethereum, Binance Coin, XRP, Avalanche, Solana, Tether, BNB, Cardano, Litecoin, Monero, Helium y decenas de divisas más.
Ethereum es la red blockchain que mueve la moneda Ether (ETH), creada por el programador ruso, de origen canadiense, Vitalik Buterin, en 2015 como un intento de mejorar el Bitcoin.
Con un capital de más de 870.000 millones de dólares, el mercado actual de los bitcoins es ya uno de los más importantes de todo el sector financiero. Si fuera un Banco reconocido, estaría entre los 40 con mayor capital del Mundo.
No se sabe a ciencia cierta quién es el creador del bitcoin, en 2009. Desde hace unos años se habla de que fue un multimillonario japonés llamado Satoshi Nakamoto pero lo mismo es un seudónimo o no se trata de una sola persona sino varias.
Una teoría conspiranóica dice que en realidad es un virus programado en Rusia o Corea del Norte y que espera a que esté más expandido para soltar su verdadera carga dañina. La verdad es que continúa el misterio.
La característica ₿ es, en realidad, un símbolo que se asoció al Bitcoin sin que nadie lo diseñara de modo oficial.
Se realizan cientos de miles de transacciones, pero su número es limitado: en torno a 19 millones de bitcoins cuyo valor varía según la demanda. El tope al que llegará será de 21 millones y a partir de ahí solo quedará que se revaloricen o se desvaloricen porque no aumentará más su número.
Las empresas que más bitcoins poseen son MicroStrategy (125.000 BTC), Tesla (43.200), Terraform Labs o "Terra" (30.727). Marathon Digital (8.133) y Square (8.027).
Terra ha anunciado que adquirirá el mayor paquete de bitcoins que se haya comprado nunca, convirtiéndose en la mayor reserva de esa moneda virtual. Gastarán 10.000 millones de dólares en 125 millones de BTC.
En el futuro, el bitcoin pudiera sustituir al oro como valor de referencia
Los detractores argumentan que sería insensato permitir una moneda que no identifica a quiénes la usan salvo que les de igual dar sus datos o se los exijan, pero el cobro de impuestos, por ejemplo, se tornaría casi imposible.
Nadie sabe cómo evolucionará la tecnología del Bitcoin y demás criptomonedas, pero las tres opciones más lógicas serían las siguientes:
Encarece su valor de forma espectacular al haber un número limitado
Se diversifica mucho el mercado generalizándose el pago en esta divisa digital
Desaparece, porque otro medio de pago (igualmente digital), sea más ventajoso.
¿Pensáis que las sanciones a Rusia hundirán su economía? La moneda virtual pudiera acudir en su rescate, puesto que se pueden realizar transacciones internacionales en este tipo de moneda y en unos pocos segundos, sin límite de capital.
Ningún organismo podría verificarlo ya que la criptomoneda, como ya hemos visto, no está respaldada por ningún Banco Central. Claro que tampoco esas inversiones estarían garantizadas de ninguna manera.
¿Qué he de hacer para minar criptomonedas?
Lo primero es que conozcas los riesgos. En algunas webs especializadas se pide el DNI o pasaporte para retirar la valoración de la criptomoneda, pero cuidado con los datos que das porque algunas de estas webs han sido hackeadas.
Pudieras sufrir un ciberaque con algún virus informático o un DoS (Denial of Service).
El "anonimato" ha dado lugar a que se pidan bitcoins para rescatar ordenadores que han sido atacados con algún ransomware, esos virus informáticos que roban datos. En la Dark Web o Internet Oscura, donde podemos encontrar todo tipo de webs que ofrecen productos ilícitos de lo más variado, se está extendiendo el pago a través de bitcoins.
El hecho de que esté encriptada le otorga gran seguridad; ahora bien, al no haber regulación ninguna, las estafas están a la orden del día.
Hasta no hace mucho, el mayor mercado de bitcoins era Quadriga Fintech Solutions, gestionado por el canadiense Gerry Cotten, quién murió en extrañas circunstancias. Lo que hacía Cotten era actuar de "corredor" de las inversiones de sus clientes en bitcoins; confiaban en él porque ganaba mucho dinero.
El problema con Cotten es que solo él tenía las claves para operar en su fondo pero en 2018 su esposa denunció su desaparición y posterior muerte durante su luna de miel en la India.
Al poco se descubrió que el entramado creado por Cotten era en realidad una estafa con esquema Ponzi (el nombre le viene de quién perfeccionó el sistema): paga a los primeros que hayan invertido en su red con el dinero aportado por los últimos, y así sucesivamente. Minetras nadie quiera retirar su dinero, todo parecerá ir bien.
Según la esposa de Cotten, éste le dijo que si le ocurría algo le daría los códigos para mantener su empresa a flote pero no lo hizo, llevándoselos a la tumba y dejando a sus clientes sin su dinero; en torno a 200 millones de dólares canadienses (145 millones de euros).
Se descubrió igualmente que Cotten tenía socios nada recomendables, alguno con antecedentes penales. Si queréis saber más, os dejo el trailer del documental de Netflix "Trust no One: The Hunt for the Crypto King" (No confies en nadie: tras la pista del rey de las criptomonedas").
Comprar criptomonedas es tan sencillo como abrir cuenta en uno de los sitios web que se dedican a este menester e invertir cuanto dinero queramos. Para ello conectamos una billetera virtual (wallet), con la que operaremos mediante claves. La web en cuestión nos explicará de qué modo; incluso nos ofertará ser ellos los que lleven nuestra inversión porque no entendamos el software con el que funciona (uno de los riesgos, como ya hemos visto).
Se trata de un complejo procesamiento de algoritmos que resuelve un software específico que además verifica las transacciones y los bloques usados en la blochchain. La clave es contar con suficientes medios técnicos para procesar cuantos más mejor y así adelantarse a otros "mineros".
Pero lo cierto es que solo conseguirás algún beneficio si inviertes en Ether o monedas similares. Olvídate de los bitcoins a no ser que puedas conseguir una nave industrial e invertir una gran suma en todo lo necesario para montar una macrogranja informática de minado, con decenas o cientos de ordenadores interconectados.
Incluso con cualquier otra moneda que no sea BTC lo tendrás complicado porque te exigirá mucho tiempo del que probablemente carezcas, salvo si estás en el paro o eres rico y no necesitas trabajar.
Si no tienes buenos medios, otros se te adelantarán en esta gran subasta que es la criptominería monetaria. La velocidad para operar en este ámbito te la da la capacidad de tus ordenadores.
Nuestra computadora (mejor si son varias conectadas) deberá contar con una tarjeta gráfica de alto rendimiento, como las que tienen los ordenadores específicos para videojuegos o gaming.
Una tarjeta gráfica decente (GPU, siglas en inglés de "Unidad de Procesamiento Gráfico") o al menos idónea para el minado te va a costar más de mil euros, pero las verdaderamente competitivas superarán los 2.500 €.
El desorbitado precio de la tarjeta gráfica idónea para la actividad de minado deberás añadirlo al del resto de componentes de tu ordenador y multiplicarlo por el número de computadoras que puedas adquirir, cuántas más mejor. El pc gaming, si es "decente" te va a costar, mínimo, unos 1.500 €.
Ahora puede invertirse también en el minado en la nube (cloud mining), si no cuentas con el dinero necesario para invertir en hardware y demás medios, pero deberás confiar en quiénes se dedican a ello, que ponen sus recursos a tu disposición, cediéndoles tu dinero; tú mismo.
Podemos comprar fracciones o monedas virtuales enteras. En el caso del bitcoin, se puede fraccionar en ocho porciones de distinto valor o tamaño; el Satoshi es la fracción mínima.
El autor del post es perito judicial en ciberdelincuencia y conducta criminal en la Web así como especialista en análisis del ciberterrorismo.
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